Sí, el plástico es reciclable y, sí, es muy difícil vivir sin él. ¡Pero no es imposible vivir sin consumir plástico!
Te dejamos 10 consejos para reducir el consumo de plástico
- Evitá comprar agua en botellas de plástico. Las botellas de agua representan uno de los principales problemas de residuos a nivel mundial, ya que estas no siempre son totalmente reciclables. La mejor opción sería tomar agua de la canilla, filtrada con un buen viejo filtro de arcilla, pero si a alguien no le gusta el sabor del filtro de barro o duda del agua potable de nuestra ciudad puede elegir o comprar agua en botellas retornables.
- Olvidate de las pajitas de plástico. Las pajitas de plástico son totalmente prescindibles. Solo por costumbre, utilizamos un montón de pajitas para nada, cuando simplemente podemos beber del vaso sin problemas.
- Enamorate de las bolsas reutilizables. Nada más obvio, que yo sepa. Sin embargo, este simple cambio es de gran importancia para el medio ambiente, solo tenés que cambiar las bolsas de plástico por bolsas de tela o de material vegetal. Incluso podés hacer las tuyas vos mismo, por ejemplo con papel de diario.
- Evitá los congelados en los supermercados. La zona de congelados está llena de embalajes innecesarios que llenan nuestros vertederos. Evitar pasar por ella puede ayudarte a terminar con dos males a la vez.
- Quitá los chicles de tu vida. La mayoría de los chicles actuales contienen plástico en su composición. Aunque existe tecnología para reciclar este producto, es muy difícil encontrar lugares para hacerlo. Es mejor evitar la goma de mascar ya que también puede ser un alivio para tu salud. De todas formas, si necesitás un chicle de vez en cuando, podés optar por comprar chicles 100% naturales y ecológicos, que también existen aunque no se vean en las tiendas a menudo.
- Comprá productos empaquetados en cartón o vidrio. En el supermercado, generalmente, las marcas tienen diferentes tipos de embalaje para un producto en particular. Siempre que tengas opción, decí no al empaque de plástico, aunque sea más barato. Tanto el vidrio como el cartón son más fáciles de reciclar y, si se eliminan inapropiadamente, tardan menos tiempo en descomponerse y sobre todo, son muchos menos dañinos para el medio ambiente.
- Sustituí los tuppers por recipientes de cristal o de acero inoxidable.
- Limitá los alimentos en recipientes de plástico. Este es probablemente uno de los mayores desafíos a los que nos vamos a enfrentar: evitar, o al menos limitar, los productos en recipientes de plástico. Hablamos principalmente de aperitivos, quesos, galletas, productos congelados y muchos otros. Algunos paquetes, especialmente en la promoción de galletas y meriendas en general, contienen plásticos mixtos que son no reciclables. Consultá el embalaje para comprobar su reciclabilidad y elejí envases de papel, cartón o vidrio.
- Comprar productos a granel. En la mayoría de los casos será más barato y, a menudo, productos menos procesados. Los productos a granel pueden ayudar a reducir la basura drásticamente. Podés comprar exactamente la cantidad que necesitas y si llevás tu propias bolsas o recipienes reutilizables, mejor aún: no generás más residuos.
- No uses cápsulas de café. ¡Usá la cafetera de toda la vida! Podés usar los posos de café para muchos usos, como por ejemplo en el jardín.
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