–¿No le parece preocupante que el Ejecutivo no esté dando señales de que va a defender al Paraguay en Itaipú?
–No solamente no hay señales, sino que Mario Abdo le está engañando al pueblo paraguayo. Pretende comunicar una supuesta política energética que no existe. Dice que tiene una comisión asesora de notables que no solamente no ha producido nada, sino que, según uno de los integrantes que renunció (Ricardo Rodríguez Silvero) es un “timbre de panteón”, porque nadie responde a nada. Es decir, no existe, es una cortina de humo más del Gobierno.
–En realidad, ni siquiera se sabe si se reúne dicha comisión...
–Una sola pregunta hay que hacerle a esa supuesta comisión: ¿Qué opina, asesora o dictamina con relación al acuerdo Cartes-Macri (sobre Yacyretá), que es un tema central en la negociación de Itaipú. Es decir, qué es lo que hay que hacer sobre ese acuerdo. Si se lo va a mantener o anular. Yo estimo que pensarían lo mismo que los 50 técnicos que asesoraron al Congreso, que creen que ese acuerdo no se puede sostener, porque compromete las negociaciones de Itaipú. Además, deberíamos saber qué dice Jeffrey Sachs, el gran asesor de este Gobierno, sobre este mismo acuerdo Cartes-Macri. Pero yo creo que esa asesoría es otra gran cortina de humo.
–¿Acaso Sachs no fue contratado para asesorar solo sobre Itaipú?
–Lo que pasa que lo de Cartes-Macri compromete a Itaipú. No podés pensar en una negociación diferente si no se analizan las consecuencias que puede generar ese acuerdo sobre Yacyretá, que implica que se va a entregar (ceder) por otros 30 años nuestra energía a la Argentina, a US$ 11 el MWh. Brasil bien puede reclamarnos que le exijamos que nos pague por nuestra energía precio de mercado, pero que hoy tampoco llega a US$ 10 el MWh.
Justamente es la diferencia que señaló Jeffrey Sachs entre la compensación que Paraguay recibe por la energía que no utiliza y los precios del mercado. También habla de lo que le costó al Paraguay financieramente el emprendimiento, pagando intereses usurarios y en contrapartida el bajo precio que recibía por su energía, a precio vil. Eso, además, ha echado por tierra el perverso argumento brasileño, sostenido por mucho tiempo por algunos paraguayos, de que Paraguay “no puso nada” para la construcción de la hidroeléctrica.
Este Gobierno no está entendiendo lo que pasa en la región. Una de las razones por las cuales pudo haberse originado la crisis chilena, colombiana y ecuatoriana es el tema energético. Que no se equivoque Mario Abdo. Casi se fue por una miserable acuerdo entreguista con Bolsonaro, por el Acta Bilateral del 24 de mayo, se salvó por minutos.
–¿Qué es lo que se tiene que reclamar al Brasil?
–Una renegociación en Itaipú que no contenga la libre disponibilidad y el precio justo (de mercado) no tiene sentido, pero así como se están desarrollando las cosas, este Gobierno no tiene nada, ni siquiera en mente.
–Así las cosas, ¿estamos encaminados a que nada cambie?
–Lo que este Gobierno pretende es mantener la misma política rentista-entreguista de los últimos 50 años, que solo piensa en ceder nuestra energía a Argentina y a Brasil a precios miserables. Yo estoy convencido de que la causa de la pobreza del país es no haber utilizado nuestra energía para nuestro desarrollo; pero a estamos a tiempo para tener una política que no solamente resuelva el problema del precio justo y de la libre disponibilidad, sino que implique una política desarrollista de nuestra energía.
Acciones paralelas
El titular del PLRA, Efraín Alegre, señala que, paralelamente a la renegociación del Anexo C y del Tratado, debe crearse las condiciones necesarias para la captación de inversiones, nacionales y extranjeras, atraídas porque el país tiene energía abundante y a tarifas competitivas. “A nosotros nos importan mucho más los empleos que genera la industria que el dinero resultante de compensaciones miserables, que terminan en la corrupción, a través de los gastos sociales, y en los bolsillos de los políticos”, aseveró el dirigente político.