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Si la crecida continúa en cuestión de días las aguas podrían tomar por completo la población de Isla Margarita, donde viven unas 130 familias. En su mayoría tuvo que abandonar sus viviendas e instalarse en casas de familias o amigos en Puerto Murtinho, localidad ubicada en la otra orilla del río en el lado brasileño.
En el centro urbano también comenzaron a sufrir los efectos de la riada. Más de 3.000 pobladores están amenazadas por el fenómeno y varias perdieron plantaciones de hortalizas, medio de sustento de varias familias.
Funcionarios municipales y voluntarios realizan trabajos para elevar el muro para evitar que las aguas del río ingresen a la ciudad.