Privatización de caminos cobró la vida de un niño

La Comunidad San José está a unos 75 kilómetros de distancia de la ruta Transchaco, en el kilómetro 160. Para salir de dicha zona se debe utilizar la denominada “Ruta Ñ”, que, según relató Cristian Machune, poblador de la zona, está privatizada por un grupo de estancieros que formaron una especie de “Comisión del Camino”. 

Machune comentó que desde el sábado pasado, Milciades Garcete Solano (5) se encontraba en muy mal estado de salud, con un cuadro severo de diarrea y también, desnutrición. 

Por esta razón y para acudir a un centro médico, consiguieron un tractor que iba a remolcarlos hasta la ruta Transchaco, debido al pésimo estado de la Ruta Ñ. Sin embargo, los miembros de esa comisión prohibieron el ingreso de dicho tractor “porque iban a estropear el camino”, según dijo. 

Debido a que el pequeño no recibió la atención médica a tiempo, porque no lograron salir de la comunidad, el cuadro de Milciades empeoró. Recién el jueves consiguieron un helicóptero de la Municipalidad de General Bruguez que los trasladó hasta Villa Hayes, donde falleció el niño, apenas dos horas después de haber llegado, a raíz de una pulmonía grave. 

Ya con el ataúd a cuestas, su familia intentó regresar a la comunidad para despedirlo y enterrarlo dignamente, pero otra vez no pudieron pasar por la Ruta Ñ porque la comisión les negó el acceso. “El papá le llamó a uno de los responsables de la comisión y este le dijo: ‘Omanomango. Eñotÿntema pe tapére. Ma’erã la peikeseve’ (Ya se murió, enterrale nomás ya por el camino. ¿Para qué quieren entrar?). Y no le dejaron entrar”, contó indignado. 

La familia de Milciades tuvo que conseguir un carrito y a caballo cruzar por varias haciendas. Recién luego de 24 horas de haber entrado de la ruta Transchaco, pudieron llegar a casa. 

Costosos peajes

Machune contó que para pasar por la “Ruta Ñ” hasta la comunidad tienen que pasar tres portones y en cada uno de ellos cobran un “peaje”, cuyo costo puede llegar a G. 500.000, por lo que un viaje de ida rondaría los G. 1.500.000.

Destacó que pese al alto costo de la “multa”, el camino nunca está en buenas condiciones y, además, afirmó que cada vez que es “arreglado” son equipos del Ministerio de Obras Públicas los utilizados para el trabajo, por lo cual desconoce el destino de los fondos recaudados por la Comisión.