Imprevisión hace difícil asistencia a damnificados, indica Pastoral Social

La imprevisión por parte de las autoridades nuevamente hace difícil el trabajo de asistencia a damnificados por la crecida, indicaron ayer desde Pastoral Social. La costanera en Bañado Tacumbú ayudará a disminuir el problema, dijeron.

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La Pastoral Social Arquidiocesana viene trabajando hace décadas en los bañados y con los afectados por las inundaciones. Este departamento, que ejecuta la acción social inspirada en la Doctrina Social de la Iglesia, asegura que la solución final de los problemas que ocasionan las crecidas del río Paraguay es la franja costera. “Este proyecto, que incluye las avenidas costaneras en los diferentes tramos, es la solución para miles de familias que se ven afectadas con cada crecida. De ahí que es importante la organización de la comunidad en las áreas críticas”, explicó Ricardo González, coordinador ejecutivo de la Pastoral Social.

Agregó que actualmente existen unas 20.000 familias viviendo en los bañados de la capital y la mayoría son afectados cuando el nivel del río Paraguay comienza a ser crítico.

“Nuestros reportes preliminares hablan que hasta ahora 1.800 familias ya están con problemas por la crecida y de este número, 1.000 son familias del Bañado Tacumbú, que es la parte más baja y crítica”, comentó González.

Visibilizar la pobreza

Para la Pastoral Social el problema de los damnificados va en aumento. “Cada vez hay más afectados y menos lugares para la reubicación en casos de subidas. Ya casi no existen predios para reubicación. Los que alquilan o prestan los pocos predios grandes en capital van cambiando de opinión. No quedan otros lugares más que las plazas y paseos centrales, pero eso visibiliza la pobreza, y molesta a los vecinos y autoridades”, dijo.

Ante la consulta de por qué no se usan los cuarteles, el representante de la Iglesia manifestó que el uso de los predios de las Fuerzas Armadas sería una solución, pero actualmente no existe un acuerdo al respecto. “Debe haber la voluntad política para que se puedan usar los predios militares. Eso sería de ayuda mientras se van concretando los proyectos habitacionales y de infraestructura vial que implica la franja costera”, indicó González.

Mayor control en bañados

En cuanto a los planes de reubicación para los residentes de las zonas baja, el dirigente indicó que debe haber mayor control de las autoridades en los puntos vulnerables. “Los bañados son tierra de nadie y por eso las familias que salen del interior vienen y se ubican en esos lugares. Sabemos de personas que recibieron indemnización para salirse de la Chacarita, pero solo se mudaron a otro sector inundable y eso pasa por la falta de control y seguimiento. Hay personas que hicieron de esto un sistema de vida, hace varias décadas que están residiendo en estos puntos. Esto va de generación en generación”, explicó.

El coordinador general de la Pastoral Social insistió en la necesidad urgente de un trabajo social bien hecho por el Estado en los bañados. “La imprevisión no puede seguir ganando. Cada año la misma cosa. Se hacen los avisos a tiempo, pero solo se mueven cuando es tarde”, señaló.

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