“Se debe dejar de enseñar el guaraní artificioso de palabras inventadas”

Una profunda reforma en la enseñanza del guaraní, del idioma nativo que verdaderamente hablan los paraguayos y no que se imponga un lenguaje con “palabras artificiosas, inventadas entre cuatro paredes”. Tal la propuesta de los doctores Carlos Villagra Marsal y Tadeo Zarratea. Ambos sostienen que el Paraguay es un laboratorio lingüístico universal y buscan reimpulsar el idioma y recuperar su riqueza perdida desde la Secretaría de Políticas Lingüísticas. En esta entrevista, a dos voces, exponen sus reflexiones, proyectos y desafíos.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2061

Cargando...

-Villagra Marsal: El Paraguay puede vanagloriarse o sentirse orgulloso de ser el único pueblo de América -que no siendo indígena- asumió una lengua indígena como la principal. Porque la lengua esencial del Paraguay es el guaraní, primero porque es la que habla la mayoría y porque es el idioma materno de aquellos que también hablan el castellano.

-¿Qué porcentaje de la población habla hoy el guaraní?

-VM. Bajó muchísimo. Solamente hay un 27% de paraguayos que son de habla guaraní exclusiva, son monolingües, no hablan español. Después hay un 9 a 10% que solo habla castellano y el resto, la mayoría inmensa, es bilingüe. Pero es un bilingüismo que uno no sabe -según las personas- si tiene mayor carga en guaraní o en castellano. Es un bilingüismo desperdigado, multiforme, hay gente que es más competente en castellano y otra que lo es en guaraní. Lo que necesitamos es que el paraguayo de mañana sea competente por igual en ambas lenguas, que maneje bien los dos códigos lingüísticos.

-¿Cómo se puede llegar a eso?

-Tadeo Zarratea. Reformar la enseñanza del guaraní. No se puede seguir enseñando este guaraní artificioso de palabras inventadas en gabinete. Enseñar a niños y jóvenes el guaraní hablado, el que está en la garganta del pueblo paraguayo, el que sirve para comunicarse y el guaraní que descomunica.

-¿Y cuál es el que debe enseñarse?

TZ. El guaraní paraguayo. El guaraní que habla el mestizo paraguayo, el criollo paraguayo, el compatriota que no es indígena y que tiene una peculiaridad especial. Su guaraní no es igual a ninguna de las diferencias dialectales que hablan las seis comunidades lingüísticas guarani que todavía existen en Paraguay, 21 en Brasil y 58 en total en toda América.

¿Pero los estudiantes de hoy toman una aversión hacia el guaraní porque les cuesta aprender, más que el inglés?

-VM. Porque los sistemas de enseñanza del guaraní son obsoletos y abandonados en todas partes. El sistema de enseñanza de acá es el mismo sistema de enseñanza del castellano y además es una variante teórica del castellano de Andrés Bello que se utilizó durante mucho tiempo en Paraguay con un énfasis fundamental en la gramática, sin hablar el idioma. Los idiomas se enseñan hablando, aunque parezca una perogrullada. El profesor debe entrar a la clase hablando “maiteípa enteroveva...” y el educando seguir adelante. Pese a la Constitución Nacional, no se ha podido implementar en forma la alfabetización, la escolarización de la lengua materna del educando y en muchas zonas rurales los alumnos llegan al cuarto grado y todavía son analfabetos funcionales porque no aprendieron en su idioma. Muchos padres quieren que sus hijos estudien en castellano y no se dan cuenta de que la alfabetización en guaraní es un método para aprender. Por no utilizarse este método la deserción escolar es enorme.

-¿Pero se intenta hacer algo?

-TZ. El Ministerio de Educación, hace diez años, cuando implementó el plan de enseñanza bilingüe e hizo su primera evaluación, concluyó que los niños guaraní hablantes que fueron alfabetizados en su lengua materna y después se les fue enseñando el castellano como segunda lengua, son más adelantados que aquellos monolingües. Además, decía el informe, esos niños superaron el mutismo, la vergüenza, el apocamiento. Son niños libres, abiertos, habladores, charlatanes inclusive porque manejan dos códigos.

-VM. Incluso, hay muchos dirigentes campesinos que no pueden expresarse con toda su enorme carga de verdad porque no saben manifestarse en español ni pueden expresar en guaraní la profundidad de su pensamiento.

-¿El jopara entonces cómo queda?

-VM. No es lo mismo el guaraní paraguayo que el jopara. El jopara es una maldición. El guaraní paraguayo es un idioma mezclado, en tanto que el jopara es una mezcla de idiomas. ¿Por qué el guaraní paraguayo es un idioma mezclado? Porque desde la llegada de los europeos viene una enorme cantidad de locuciones, de fonemas, de palabras que entran como transferencia, como préstamo, como transformación, como el nombre de cosas nuevas que se fue incrustando en el guaraní. En tanto, el jopara es una mezcla informe de los dos idiomas.

-¿Cómo diferenciamos el jopara del guaraní paraguayo?

-VM. El Estado debe asumir y tomar una solución radical. Esta Secretaría con el Ministerio de Educación tiene que definir la variedad de lengua que se va a enseñar: ¿el guaraní paraguayo, el guaraní mbya, el guaraní pai o se va a seguir enseñando el guaraní artificioso? Los guaraniólogos tenemos que asumir que el guaraní paraguayo es diferente a todos los guaraní indígenas, que es diferente de las 57 hermanas que tiene en toda América y este es un dialecto del guaraní. El guaraní tronco es el que fue asumido por un pueblo distinto (europeos) -que vive dentro de la sociedad capitalista acumuladora de bienes-, es fundamental porque el indígena no acumula bienes y, por tanto, su vocabulario es totalmente diferente. Ese es el guaraní paraguayo.

Los desafíos para nuestro idioma

Desde el año pasado funciona la Secretaría de Políticas Lingüísticas a cargo del Prof. Dr. Carlos Villagra Marsal y tiene como uno de los principales colaboradores al Dr. Tadeo Zarratea.

-¿Para qué sirve la Secretaría de Políticas Lingüísticas?

-Villagra Marsal. Es un organismo fundamentalmente técnico y científico, aunque también es político, de acuerdo a la definición aristotélica de la palabra. Su función está dirigida a la investigación de gabinete sobre las lenguas oficiales, no solamente el guaraní. También a la investigación de campo, sobre todo natural y rural que es donde se mantienen más prístinas, más agudas las peculiaridades del guaraní paraguayo y también sus debilidades. Tercera función es el cumplimiento de la Constitución que dispone que el guaraní y el español son las dos lenguas oficiales del Paraguay y señala que la ley establecerá el uso y la forma de difusión.

-Un sentido muy amplio...

-VM. Esta ley no está hecha para enseñar el guaraní ni el español, sino para dignificar al guaraní, convertirlo en un instrumento serio de estudio o estudiarlo seriamente como a una gran lengua, como una lengua importante. La importancia del guaraní es histórica. Es la única lengua amerindia hablada por descendientes de los europeos en América o los americanos a todo nivel. En todo caso, la enseñanza debe apuntar a la promoción a través de entrenador de entrenadores.

-¿Cómo llevarán a la práctica?

-VM. Por ejemplo, ahora tenemos un convenio con el Comando en Jefe de las Fuerzas Militares para enseñar el guaraní escrito a los oficiales del Ejército. Pero a un grupo determinado que a su vez actúe como caja de resonancia para otros grupos. Un idioma no es completo si es que el que lo posee no tiene las cuatro operaciones lingüísticas: hablar, entender lo que se dice, escribir y entender lo que se lee. Entonces se trata de enseñar la escritura del guaraní a los oficiales, en primer lugar elegido porque es el único estamento de la sociedad paraguaya en donde desde el Comandante del Ejército hasta el último soldado es guaraní hablante.

Eso no se da entre los políticos, médicos ni empresarios.

Idioma nativo, en estado de disglosia

Para el Prof. Villagra Marsal, citando a Ortega y Gasset, si una persona habla solamente un idioma y no escribe, va disminuyendo su capacidad de reflexión. “Cuando se habla, las neuronas se mueven por sí solas. Pero cuando se escribe un mensaje, aunque sea de texto para un celular, hay unos segundos de reflexión previa. Por eso, el guaraní tiene que ser dignificado porque hace rato que está en una situación de disglosia”, sostiene.

-¿Qué significa disglosia?

-VM. Es un bilingüismo en el que una lengua está supeditada a la otra. Es considerada superior una, en este caso el español, la lengua de la cultura dominante, y el guaraní, es la lengua de la cultura dominada.

-TZ. Efectivamente estamos en una situación de disglosia. Y estamos por cumplir 500 años con esa disglosia. Ahora tenemos la legislación pertinente, la Constitución Nacional y la ley de lenguas, que obligan al Estado paraguayo a que sea realmente bilingüe.

-¿Bilingües, hasta qué punto?

-TZ. El país se declara multicultural y bilingüe pero es casi una contradicción porque la palabra “El Paraguay es...” significa tomar al Paraguay como nación y como Estado. La nación es multicultural y el Estado es bilingüe. Es decir, de las 14 lenguas vivas que se hablan hoy en Paraguay, el Estado asume solo dos que son las oficiales y de igual rango. Ninguna es superior a la otra.

-Pero eso no pasa en realidad.

-TZ. Estamos en mucha desventaja con el guaraní porque hace más de cuatro siglos está fuera del Estado. El Estado tiene que ser bilingüe. El ciudadano paraguayo tampoco es bilingüe, sino disglósico, tiene una imperfección, no tiene la misma destreza en el uso de una u otra lengua. El paraguayo hoy no puede sostener un discurso de 15 minutos en guaraní exclusivo ni en castellano total. No me refiero a los discursos preparados para escenarios, sino al que se habla entre compañeros de trabajo, con el transeúnte, con cualquier extraño. No se puede sostener sin pasar a otra lengua, hay una suerte de escozor y automáticamente se intercala. Paraguay es el único país del mundo con un bilingüismo a nivel nacional y por tanto es un laboratorio lingüístico universal donde vienen los más altos lingüistas del mundo para estudiar.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...