GuaraniSat-01

En la carrera científica espacial, el Paraguay ha estado por mucho tiempo rezagado. Pero toda carrera comienza siempre con un primer paso y este se ha dado desde una oficina ubicada en un edificio estatal erigido en la Avda. Mariscal López y 22 de Setiembre. En el bloque B, séptimo piso ascensor, mano derecha, en la oficina de la Agencia Espacial del Paraguay (AEP). Atestada de pantallas led, cableríos escritorios y computadoras, en una de las dependencias emerge como una promesa un pequeño cubito azul de 10x10x10 cm. Se trata de réplica del prototipo del primer satélite paraguayo, GuaraníSat-01, cuyo lanzamiento y puesta en órbita, Estación Espacial Internacional mediante, se daría a finales de este año. Los encargados de ejecutar el proyecto fueron dos jóvenes ingenieros paraguayos (Adolfo Jara y Aníbal Mendoza), quienes viajaron becados al Japón para realizar el diseño, programación, ensamble y sellado del nanosatélite que cumplirá diez misiones en el espacio sideral. Una de esas misiones será monitorear los vectores del mal de Chagas en la zona del Chaco paraguayo. En tiempo real enviará datos a la Universidad Nacional de Asunción para su procesamiento. Con dichos datos se podrán diseñar mejores políticas de combate a este mal. Las otras misiones tienen que ver con aplicaciones tecnológicas de última generación que podrán optimizar el uso de futuros nanosatélites. Con una inversión de US$ 250 mil, según reveló Liduvino Vielman, presidente de la AEP, Paraguay hará historia.

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Ahora bien, para quien se pregunta por qué es importante una inversión como esta cuando hay otras necesidades acuciantes en el sector salud y educación de nuestro país, la respuesta está implícita dentro de la pregunta. En medio de todas las precariedades, existen personas que ven la forma de abrirse camino para posicionar a nuestro país dentro del concierto de naciones que buscan lograr soberanía aeroespacial y a través de ella abordar de manera innovadora problemas que tienen que ver con la salud y la educación.

Jara y Mendoza también probarán una nueva forma de transmitir informaciones desde el espacio sin necesidad de las clásicas antenas que van adosadas a los satélites. Su propuesta es utilizar la propia estructura del satélite como antena. Al periodismo siempre le reclaman la falta de “buenas noticias”. Sin embargo, cuando se tira una como esta, por desconocimiento o por otra razón, pasan desapercibidas. La incipiente carrera espacial del Paraguay es una prueba de que si podemos soñarlo, podemos lograrlo. Lo que ha empezado años atrás como “una locura”, hoy está brindando sus primeros frutos y mañana, quién sabe.

Decía Arthur C. Clarke, que lo que hoy ha empezado como novela de ciencia ficción, mañana será terminado como reportaje.

El único detalle que falta en esta auspiciosa experiencia científica paraguaya son protagonistas femeninas. Por lo demás, pues vamos bien en la conquista del espacio.

mescurra@abc.com.py

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