Tratamientos dentales con flúor en los niños

Mucho se ha hablado del uso del flúor en tratamientos dentales. ¿Para qué tipo de tratamientos se usa? ¿Cuáles son los beneficios y cuáles los peligros? Esta vez nos enfocamos en los niños.

La desmineralización del esmalte dental se produce por la ingestión de productos muy manufacturados.
La desmineralización del esmalte dental se produce por la ingestión de productos muy manufacturados.shutterstock.com

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En odontopediatría se lo utiliza como preventivo de la caries dental y también en casos de hipersensibilidad dentaria, explica la Prof. Dra. Martha Cuevas, especialista en odontopediatría y ortodoncia, miembro de la Asociación Latinoamericana de Odontopediatría y dictante del curso de posgrado en su especialidad en la Universidad Autónoma del Paraguay.

El efecto preventivo del flúor –explica– fue descubierto ya en el siglo pasado, en dientes que presentaban ciertas manchas blancas en los bordes incisales y, pese a este inconveniente, presentaban una disminución en lesiones de caries. Esto provenía de ciertos lugares en los que había fuentes de agua de consumo que contenían flúor, de modo que se presumía que era necesaria su ingestión.

Modo de utilización

Hoy en día es de consenso mundial que el efecto principal del flúor es tópico, dice. “Se ejerce cuando se encuentra libre en la cavidad bucal, ejerciendo así su acción anticariógena e interviniendo en los procesos de desmineralización y remineralización”. Señala que la desmineralización del esmalte dental se produce por la ingestión de productos muy manufacturados, hidratos de carbono, golosinas, jugos azucarados, jugos ácidos, gaseosas e ingestión nocturna de mamaderas, y en su presencia el flúor realiza su acción de remineralización.

Se encuentra en varias presentaciones. Para el uso por parte del paciente vienen en pastas dentales, con dosis menores para niños y las pastas de adultos con una mayor concentración de flúor, más o menos 1.500 partes por millón (ppm), aunque hoy día también se acepta que inclusive los más pequeños –bebés de año y medio– puedan ser cepillados con las pastas de adultos; la diferencia radica en el tamaño en que se dispense la pasta sobre el cepillo de dientes, explica y añade que para los muy chiquitos debe ser del tamaño de un arroz y a partir de los 3 años del tamaño de un guisante, con la finalidad de aprovechar el efecto tópico del flúor contenido en la pasta dental.

También vienen en forma de colutorios para enjuagues, que se recomiendan hagan los niños que ya saben que no se debe ingerir, aclara. Sobre todo se recomienda su uso a portadores de aparatos de ortodoncia, que son los que más corren riesgos de caries.

Dosis recomendadas

La experta explica que el gel acidulado que se usa en consultorio, de aplicación profesional, es fosfato de sodio al 1,23%; el barniz de flúor es fluoruro de sodio al 5%, también de uso profesional. “Todos estos productos en cierta forma al quedar en la cavidad bucal son ingeridos por el paciente, por lo que solo se deben realizar en pacientes con alto índice de caries y en forma espaciada, por lo general una vez por año”.

Agrega que la toxicidad del flúor se da cuando se sobrepasan ciertos límites y se observan en los casos de utilización a nivel sistémico (vía ingesta), ya que el uso local o tópico no genera riesgos. La ingesta diaria de flúor es de 0,05 mg por kilogramo de peso si el agua de consumo no posee flúor, aclara y agrega que, a partir de 0,07 mg ya puede ocasionar flourosis, y esto ocurre cuando el esmalte está en periodo de formación, durante la primera infancia. “La fluorosis es un efecto tóxico crónico, por lo que se dejó de lado prescribir el flúor en gotas o comprimidos vía ingesta a los niños”, teniendo en cuenta que a esta prescripción se suma el uso de pastas dentales fluoradas y enjuagues, que los niños corren el riesgo de ingerir, sobre todo los pequeños que no saben expulsar voluntariamente.

Reacciones adversas y alerta

Salvo casos raros de intolerancia se reporta que el 1% en caso de ingestión de 1 mg de flúor podría ocasionar una reacción alérgica al flúor (www.fluoridealert.org), explica la Dra. Cuevas e indica que los síntomas de reacción alérgica pueden ser hinchazón en la cara, lengua o labio, y el tratamiento en estos casos consiste en tomar un antihistamínico. Otra contraindicación sería prescribir en pacientes con índices de fluorosis dental, aunque en forma de pasta dental sí se puede usar, aclara.

Los síntomas que podrían darse ante una sobredosis de flúor a nivel agudo son dolor abdominal, diarreas, taquicardia, vómitos o paro cardíaco, pero esto ya sería en una dosis vía ingesta que se acerque a los 30 mg por kilo de peso del paciente, dice y enfatiza que esto sería una rareza, porque los odontopediatras no lo prescriben –repite– vía ingesta, solo en forma tópica, inclusive en pacientes niños o adultos con hipersensibilidad dentaria.

La doctora señala que en casos de ingestión accidental se debe ingerir rápidamente leche o pastillas de hidróxido de aluminio para contrarrestar la acción tóxica. Debe ingerirse esto antes de su absorción –que es muy rápida– (primero a nivel estomacal y luego en el intestino delgado y en menos de 30 minutos ya está en la sangre, por lo que se debe llevar al paciente rápidamente al hospital).

Alternativas al uso del flúor

Existe una alternativa para los casos de desmineralización, explica, a su vez previniéndola y promoviendo la remineralización –es el caso de la caseína fosfato de calcio amorfo conocido como CPP-ACP–. Esta libera iones de calcio y promueve la remineralización, es un material que se utiliza en consultorio y el paciente puede aplicarse en la casa. Se trata de una terapia remineralizadora alternativa que en odontología se puede usar en casos de alergias a los fluoruros.

Más info:

Email: marthacuevasprieto@hotmail.com

Facebook: Martha Cuevas

Instagram: @marthacuevasprieto

alba.acosta@abc.com.py

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