Una granja para cosechar y turistear

Un par de intrépidos productores del Alto Paraná están abocados a diversos cultivos y otras actividades del campo, no solamente con fines agropecuarios, sino también para atraer a los visitantes. Aparte de las compras en Ciudad del Este, el Alto Paraná es también ideal para otras modalidades emergentes del turismo.

Una de las actividades de la granja de los hermanos Cubas en Alto Paraná es la apicultura.
Una de las actividades de la granja de los hermanos Cubas en Alto Paraná es la apicultura.Tereza Fretes Alonso

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El distrito de Yguazú en el Alto Paraná es muy conocido por la colectividad japonesa y o nikkei que la puebla. Pero en medio de ese paraje que mantiene su verdor también hallamos el fruto de la labor de paraguayos, y justamente los encontramos a propósito de un cultivo muy poco conocido en el Paraguay, pero que tiene gran potencial para diversos usos.

Al mirar la planta uno no ve nada más que un árbol de mediana altura, con grandes hojas entre las que resaltan hermosas flores, entre blancas y color nata similares a un niñoazoté gigante. Y en medio del follaje también penden frutos, aún verdes, de formas alargadas que albergan las codiciadas semillas muy parecidas a la del cacao. Es casi imposible que el cacao como tal se desarrolle en Paraguay por las condiciones climáticas. No soporta el frío, por lo que su hábitat natural son los trópicos.

Se trata de la Pachira glabra, también conocida como falso cacao. Su presencia en la granja es todo un ensayo de lo que podría ser la preparación del chocolate, el codiciado alimento de los dioses, aunque no lo es.

Los hermanos Jorge y Daniel Cubas se dedican mayormente a la ganadería con el sueño de contar con una diversificada producción que les permita incursionar en el rubro del agroturismo, pensaron en ofrecer en este sitio la experiencia de visitar los cultivos, cosechar los frutos de esta planta, además de ver y degustar los productos terminados de forma artesanal. “Tenemos la planta desde hace años, pero nunca habíamos visto su potencial”, confiesa al señalar que todo el mundo pensaba que era realmente cacao.

Jorge explica que es indispensable contar con un colmenar de abejas muy cerca, al igual que otros animales polinizadores como mariposas y hasta murciélagos para la fructificación.

Una vez madura la fruta se abre, las semillas caen y se recolectan en el suelo. Luego se somete a un proceso de limpieza, secado por diez días, posteriormente se le hace el tostado y, finalmente, las muelen para convertirse en alimento.

Autoconsumo y hobbie

Jorge explica que este cultivo es solo para autoconsumo, como si fuera un hobbie de contar con una planta exótica, por así decirlo. “Lo conservamos molido, como el maní, y lo consumimos con leche. Estamos en proceso para la elaboración de una especie de chocolate artesanal”.

Pero antes de hablar de cosecha, el joven emprendedor prefiere hablar de una recolección doméstica. “Siempre dejábamos que se pierdan todas las frutas. Cosa que ya no va a ocurrir porque ahora ya sabemos como aprovechar los frutos”, afirma.

La semilla tostada, en ambiente seco tiene una larga durabilidad y la mantienen en bidones.

El primer experimento de los hermanos Cubas para la diversificación de la pequeña producción agrícola fue la apicultura, dentro del mismo establecimiento ganadero, con sorprendentes resultados. La venta de la miel de abeja envasada con la etiqueta El néctar ya es todo un éxito, menciona. Tienen 40 cajas de producción y en la última cosecha obtuvieron 500 kilos de miel.

Además tienen cultivos de café llenos de frutos, y una variedad de nuez, todos con buenos rendimientos que atribuyen a la polinización lograda con la ayuda de las abejas.

Daniel Cubas detalla que hace diez años sus padres comenzaron a cultivar la rara planta, atraídos más que nada por su belleza.

El ingeniero Germán González Salema explica que la pachira es una planta ideal para la arborización urbana por la tupida sombra, su verdor y porque si es embestida se deshace por la consistencia blanda sin causar mayores daños en la ciudad.

También su copa se convierte en el deleite de las aves, especialmente los loros que disfrutan desenvainando las semillas y se las comen.

Emergente en Alto Paraná

Cosechar miel o alguna fruta de estación, visitar los campos de cultivos o acogedoras cabañas a la vera de lagos son algunas de las posibilidades que ofrece el agroturismo emergente en el Alto Paraná y que se puede apreciar en la granja de los hermanos Cubas y otros establecimientos de Yguazú.

La riqueza natural, la alta y variada producción agrícola, sumadas a la cooperación del sector público y privado hacen que el décimo departamento reúna todas las condiciones para el agroturismo. En muchos países, la experiencia de actividades en el campo se ha convertido en una opción muy requerida por los viajeros.

En Alto Paraná son varios los establecimientos rurales que están apostando a esta modalidad. Los visitantes aparte de los placenteros paseos pueden vivir la experiencia de una cosecha en el cafetal, en las colmenas y en otro rubros.

El desafío de fusionar la producción agrícola y ganadera de pequeña o mediana escala con el turismo emerge cada vez más en esta región del país.

Varias asociaciones de turismo, productores y representantes de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) vienen trabajando en la idea de complementar la variada producción del Alto Paraná con la distracción y el relax para convertir en una realidad el agroturismo. Actualmente están trabajando en el relevamiento de datos, pero muchos productores ya están muy prendidos en la idea.

En principio en los distritos de Yguazú, Juan E. Oleary y Juan León Mallorquín ya fueron detectados establecimientos que reúnen las condiciones, pero el siguiente paso será hacer readecuaciones para que cada sitio que conforme el circuito brinde comodidad y seguridad a los visitantes.

Rocío Montiel, jefa regional de la Senatur, explica que ya visitaron varios establecimientos de producción de miel, de frutas, hortalizas que pueden ofrecer la experiencia de cosechas, degustaciones, entre otros. El circuito también podría incluir el paseo a industrias locales como la fábricas de quesos y dulces.

Apoyo de Senatur

La Asociación de Turismo de Yguazú reúne a varias granjas que quieren mostrar a la gente el proceso de producción y cosecha de la miel. Los paseos para las cosechas se realizan mayormente en primavera.

En una visita reciente al distrito de Yguazú, la ministra de turismo, Sofía Montiel de Afara había destacado el potencial que tiene el Alto Paraná, para el desarrollo del agroturismo. “El visitante puede sentir la experiencia de ver los cultivos, realizar sus cosechas y también ver producto terminado. Eso es lo que busca hoy el turista a nivel mundial, vivir experiencias que le conecten con la naturaleza y aquí en Alto Paraná tenemos muchísimas opciones”, resalta.

Por demás no son pocos los establecimientos del Alto Paraná tienen el sello de destino seguro, por cumplir con todas las medidas sanitarias, conforme a las exigencias del Ministerio de Salud para evitar el contagio del covid-19.

Pero todavía queda mucho por hacer.

tereza.fretes@abc.com.py

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