El cambio climático, la hoja de ruta del Banco Mundial

Se reunieron en estos días representantes del Banco Mundial (BM) con autoridades del gobierno, específicamente con funcionarios de la cartera de Hacienda. Estos encuentros pasarían desapercibidos si no fuera por el tema abordado: el cambio climático. Le dicen hoja de ruta a la presentación, como si dicha expresión fuera ambigua. La frase hoja de ruta significa lo que se debe seguir sin atenuantes y si se hacen modificaciones, pues se debe contar con autorización del mandante así como tampoco debe modificarse lo trazado anteriormente. El BM ciertamente otorga beneficios financieros y asistencia técnica a los países. No obstante, hay un problema de fondo que no se puede soslayar. Este banco no es más que una herramienta de políticas públicas para seguir prestando dinero y asistencia a países como el nuestro a cambio de ceder en nuestras legítimas decisiones como nación soberana. De eso finalmente se trata, la hoja de ruta es como una agenda ya estudiada y aceptada. Y si hablamos de cambio climático, entonces nos referimos a un proyecto nada benigno, en nada pacífico, en nada beneficioso para el Paraguay. Entonces y, a modo de introducción al tema, debemos hacernos algunas interrogantes como, por ejemplo: ¿Qué es el cambio climático? ¿Por qué antes llevaba por nombre calentamiento global? ¿Qué proponen estas organizaciones como la misma ONU como el BM con relación a este tema?

Cargando...

El cambio climático existió desde la era prehistórica a hoy, motivado por la misma naturaleza, el sol junto con oscilaciones del eje de la tierra. La afectación sobre nuestro planeta es innegable. Pero que dicho cambio sea ahora llevado como una causa en carácter “casus belli” debido a la acción del ser humano (antropogénico) por mejorar sus condiciones de vida en la provisión especialmente de más y mejores alimentos para el mundo, es otra cosa.

La propaganda del clima cambio climático se hace contra el sector productivo en particular. Paraguay, país de enorme potencial que todavía puede multiplicado en el sector agropecuario, es uno de sus objetivos a ralentizar su producción. Pero no solo es afectado el sector económico. También están en la mira nuestra vida, libertad y propiedad privada, los tres derechos inalienables del compendio del pensamiento de la filosofía para la búsqueda en cooperación con nuestro prójimo.

Se trata de nosotros

El cambio climático no solo se trata sobre cómo afectará a los países hoy desarrollados. Se trata de nosotros como Paraguay, pues la merma de la actividad agroproductiva e incluso en el área comercial y de servicios en general será de colosal magnitud en caso de que las sugerencias y políticas públicas propiciadas por la ONU y el BM se pongan en práctica cada vez más. Perderemos millones en inversiones y miles de puestos de trabajo directa e indirectamente, un retroceso en el tiempo. Veamos lo que hizo Al Gore, el exaspirante a la presidencia y vicepresidente de los EE.UU., con su documental “Una verdad incómoda” del 2006. Dijo que el mundo llegará a su fin en diez años debido al calentamiento global, fin que como sabemos no llegó al menos hasta ahora en el 2023 ¡Incluso predijo que en el 2008 no habría más hielo en el Polo Norte!

Los propagandistas del cambio climático siempre están llamando la atención y así muchos incautos caen presa de sus discursos. Científicos y políticos en general ponen atención en este tema, al punto que incluso promovieron el Acuerdo de París.

Este documento en carácter de Tratado Internacional sobre el cambio climático fue adoptado en 2015 y entró en vigor en 2016, precisamente el año en que Gore expresó que el mundo llegaría a su fin. Pero más allá de esta errónea predicción está el hecho de que el Acuerdo de París no es ciertamente un documento como otros. Su objetivo es limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2°, mejor si es 1,5°, en comparación con los niveles preindustriales. Para alcanzar esta temperatura pues los países se propusieron reducir emisiones de gases de efecto invernadero. El resultado solo puede ser menor producción y productividad, menos alimentos, menos puestos de trabajo, más inseguridad, más hambre y violencia, y todo porque a algunos se les ocurre exigir que el mentado cambio climático es causado directamente por la actividad humana.

Están vendiendo un problema

Los propagandistas del cambio climático antropogénico, esto es como resultado de la actividad humana que están vendiendo un problema, un conflicto que ellos dicen lo tenemos todos pero que en realidad es de ellos con sus mentiras. Necesitan que todos acepten sus ideas pero no de modo persuasivo sino a través del intervencionismo estatal, herramienta de coerción por medio de políticas públicas que para colmo lo financiamos nuevamente nosotros.

El problema es mayúsculo por cuanto que si es antropogénico como ellos creen, entonces toda la economía es afectada. Las regulaciones mediante legislaciones cada vez más intervencionistas en áreas de alimentos, autos, aviones y fuente de energía, como de hecho sucede en todas partes, afectan la expansión de las economías. Paraguay en ningún modo debe aceptar.

Con el dogma irracional del cambio climático que, por cierto, también es autoritario, se está infundiendo miedo desde luego. Pero también es la oportunidad para los autoritarios de siempre. La verdad es que no cesan los enemigos de la libertad en seguir metiéndose en los asuntos de los demás a través del uso de la fuerza que ahora no será con las cadenas de antaño sino con políticas sociales. De ahí en más aparecen nuevos tributos, impuestos y regulaciones en la economía para afectarnos directamente sobre nuestro presente y futuro y más en países como Paraguay. Cientos de emprendimientos, millones de inversiones, conjuntamente con puestos de trabajo y mejores salarios corren peligro con ese dogma ambientalista que nada tiene de proteger el medio ambiente.

Lograr, por ejemplo, objetivos del Acuerdo de París significa regular las actividades de emisión de CO2. Ya están ahora con los viajes de cierto recorrido para no usar tanto el avión, limitar cantidad de viajes por persona; qué tipo de autos usaremos, dándole preferencia a los eléctricos mucho más caros o cuántas horas se puede usar el aire acondicionado en nuestras casas y oficinas o las mismas ciudades de 15 o 30 minutos para andar solo a pie o en bicicleta y todo con sanciones, afectando el derecho al libre tránsito y violando la misma libertad. Paraguay en ningún modo debe aceptar la propaganda del cambio climático, aunque provenga de la hoja de ruta de ONU o BM.

ONU-BM

Paraguay de ningún modo debe aceptar la propaganda del cambio climático, aunque provenga de la hoja de ruta de la ONU o del Banco Mundial (BM).

Prehistoria

El cambio climático existió desde la era prehistórica a la fecha, motivado por la misma naturaleza, el sol junto con las oscilaciones del eje de la tierra.

(*) Catedrático de materias jurídicas y económicas.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...