VILLARRICA (Carlos Ávalos, corresponsal). La ciudad fue fundada un 14 de mayo de 1570 por el Capitán español Ruy Díaz Melgarejo, de acuerdo a los datos históricos. En conmemoración del acontecimiento, se desarrolló una serie de actividades culturales desde el 4 de mayo y contempló la presentación de libros, obras teatrales, acto de homenaje a sus hijos ilustres, como el inmortal poeta Manuel Ortiz Guerrero y otros.
El viernes 12 de mayo se llevó a cabo el tradicional colorido desfile estudiantil, cívico, policial y militar por los 453 años de fundación, por los 212 años de la independencia del Paraguay y el Día de la Madre.
La actividad se desarrolló sobre la avenida principal General Díaz con participación de 53 instituciones educativas, entre otras entidades públicas y privadas.
El intendente Magín Benítez Benítez (PLRA), en su discurso a la ciudadanía durante la actividad central, dijo que la ciudad de Villarrica es una gran familia que espera muestras de civismo de sus hijos. “Por ello, una vez más, reitero mi compromiso con ustedes y con nuestra ciudad, aún hay mucho por hacer y confío en que si trabajamos en forma organizada vamos a lograr una comunidad más próspera y desarrollada, recuperando además la identidad y así decir con orgullo que somos la ciudad de la eterna surgente de arte y cultura”, refirió.
Las actividades continúan hoy, desde las 07:00, con una misa de acción de gracias en la Catedral de la ciudad. Será oficiada por el administrador diocesano Pbro. Blas Arévalos.
La andariega
Según la historia, el intrépido capitán español Ruy Díaz Melgarejo, el 14 de mayo de 1570 estableció el primer asentamiento de la población en la zona de Corasy Verá, en la creencia de la existencia de oro a unas 60 leguas al este del río Paraná. Posteriormente, debido a las invasiones de los bandeirantes de São Paulo, Brasil, y otros inconvenientes, la comunidad se mudó en siete ocasiones, durante 90 años, razón por la cual es reconocida como la “Ciudad andariega”.
Finalmente, por Cédula Real del 12 de marzo de 1701, se aprueba la instalación definitiva de la Villarrica del Espíritu Santo en el sitio donde se encuentra actualmente, luego de que un grupo de villarriqueños, partidarios del Ybytyruzú, acudiera ante el rey de España para insistir en el pedido.