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En esta nueva edición del premio el ganador fue Giovanni Andree Ferreira, con una obra que interpela al público sobre la falta de memoria y acerca de cómo, si no conocemos de dónde venimos, estamos condenados a que los hechos se repitan. Todo esto giró en torno al lema del concurso “Recordar es trabajar para el futuro”.
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Para lograr este mensaje de una forma visual, el artista utilizó una técnica mixta para elaborar un libro artesanal sobre una base de madera con efectos de iluminación, ya que justamente él viene trabajando con la luz y con la idea de indagar en nuestros orígenes.
En el medio del libro y atravesándolo por completo, una silueta vacía dibuja el mapa de Paraguay pero de forma invertida. En el interior, algo producido también de forma artesanal, se repite en las más de seiscientas páginas la frase “Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”.
Además de expresar su alegría por el hecho de haber recibido este reconocimiento, Ferreira mencionó que con este trabajo, buscó simbolizar que nuestro país se encuentra “patas arriba” y que mientras sigamos repitiendo “los errores de nuestra historia” vamos a normalizar el hecho de que “hacer las cosas mal está bien”.
El artista, quien nació en 1987 en Asunción, explicó que viene desarrollando su propio método experimental de intervención con luces desde el año 2012. Realizó su primera exposición individual en el año 2022 en el Centro Cultural de la Ciudad Manzana de la Rivera.
Ha participado en varias esxposiciones colectivas en el Centro Cultural de España Juan de Salazar, Casa Hassler, Tranvía13, entre otros sitios. Su labor artística se manifiesta en pintura, escultura, videoarte, dibujo y fotografía.
Ahondando en la memoria
De entre las 23 obras que se presentaron, todas de diferentes técnicas y géneros, también se destacaron “Basura”, un cuadríptico de fotografías intervenidas de Bernardo Puente; la instalación “Archivos de sentimiento”, de Alegría González y la obra “El verdugo”, pintura en técnica mixta de Fredi Casco, perteneciente a la serie “Pascua Dolorosa”.
Cabe resaltar que todas las obras están siendo exhibidas en el en el Salón Rolando Rasmussen del Instituto Cultural Paraguayo-Alemán (Juan de Salazar 310 c/ Artigas), en una muestra abierta a todo público. Las visitas se pueden realizar hasta el 25 de octubre. Además, la obra ganadora pasará luego a formar parte del Museo de las Memorias: Dictadura y Derechos Humanos.
El jurado estuvo integrado por la ministra Adriana Ortiz, de la Secretaría Nacional de Cultura; María Stella Cáceres de Almada, en representación del Museo de las Memorias: Dictadura y Derechos Humanos; Alba Carolina Acosta, en representación del Instituto Cultural Paraguayo-Alemán; el artista Juan Pablo Pistilli Miranda y el Embajador de Alemania, Holger Scherf.
En la ocasión, el embajador también se refirió al tema que convocó a estos artistas, afirmando que “la cultura de la memoria es una herramienta fundamental para el desarrollo de una nación” por lo que “la forma en que una sociedad trata con su pasado y su historia e influye significativamente en su evolución”.
Asimismo, señaló que un acontecimiento “traumático” para Paraguay ha sido el periodo de la dictadura de Alfredo Stroessner “que duró 35 años, durante los cuales se cometieron graves violaciones de los derechos humanos”. De esta forma el premio incentivó a ejercer la memoria, como herramienta fundamental para el desarrollo de una nación.