Néstor Ló y Los Caminantes: viviendo un sueño

Disfrutando del presente pero pensando en el futuro se encuentra la banda Néstor Ló y Los Caminantes. Acaban de lanzar “Que no haya barreras”, una sesión grabada en vivo junto a Lizza Bogado, Juan Cancio Barreto y Francisco Russo, y en medio del disfrute de este estreno, ya piensan en el nuevo disco que será producido por “Popi” Spatocco.

Edu Martínez, Néstor López, Lizza Bogado y Dani Pavetti, en un cuadro de la sesión en vivo que se encuentra disponible en YouTube.
Edu Martínez, Néstor López, Lizza Bogado y Dani Pavetti, en un cuadro de la sesión en vivo que se encuentra disponible en YouTube.Juanma Escobar

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Es febrero de 2023 y Néstor López y Edu Martínez, voces y guitarras de Néstor Lo y Los Caminantes, están en Buenos Aires, a punto de llegar a una reunión con el compositor y productor argentino Lito Vitale. Pero todavía no pueden ir porque están terminando otra reunión con el compositor y acordeonista argentino de chamamé Chango Spasiuk, quien les recibió con un mate. También los llevó a sacarse una foto frente a la casa del “Flaco” Spinetta, ya que estaban por el barrio.

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Van corriendo de un lugar a otro para no llegar tarde, buscando seguir haciendo justicia al sueño de ellos mismos de adolescentes, pues juntos tuvieron varios grupos de música en la época de colegio, pensando en llegar algún día a vivir esta realidad.

En otro momento se encuentran con el productor, director, compositor, arreglador y pianista argentino Gustavo “Popi” Spatocco, quien producirá el nuevo disco de estudio del grupo. Ellos no se dan cuenta en qué tiempo pasó todo esto, pero están seguros de que lo lograron con trabajo.

Hoy por hoy están disfrutando del camino que está haciendo “Que no haya barreras”, un material en vivo lanzado a inicios de abril, con canciones originales donde también trabajaron con sus “héroes musicales” Lizza Bogado, Juan Cancio Barreto y Francisco Russo.

Folclore original

Mucho antes de todo esto Néstor hacía blues con The Walkers Blues Band y Edu entregaba todo su tiempo al rock de Antenna. No obstante, ambos vienen de abrazar el folclore desde pequeños, pues sus hogares estuvieron siempre inundados de música popular latinoamericana y folclore paraguayo.

Niguno pensaba en vivir de creaciones inéditas de folclore ya que, según dijeron en entrevista con ABC, veían que la música paraguaya seguía vigente a través de sus clásicos. Pero se animaron y Néstor Ló y Los Caminantes empezó a ser una realidad.

“El 100% de lo que se toca en festivales o en fiestas patronales son canciones del folclore tradicional y cuando entramos nosotros al circuito lógicamente “Mamáma” nos da esa venia, así que éramos casi de las únicas bandas que se presentaba completamente con composiciones propias”, recordó Néstor de cuando empezaron a presentar las canciones de su primer álbum de estudio “Salten, canten, griten, bailen” (2018).

Acerca de ese “riesgo” que tomaron, Néstor reflexiona que fue “difícil” porque “no siempre la gente está receptiva a escuchar las nuevas propuestas”, sin embargo hoy en día la gente ya los conoce.

“A nosotros nos tocó estar tres veces de forma consecutiva en la Fiesta Nacional del Chamamé (Corrientes, Argentina) y tienen el mismo comportamiento. Nosotros también allá fuimos a romper esos esquemas porque no veníamos de ese lugar. Pero vemos que ese comportamiento viene instalado hace tiempo y hay que animarse a hacer esto que estamos haciendo”, señaló.

“La primera vez no te conocen, la segunda te recuerdan y la tercera ya están cantando las canciones”, dijo Edu, a lo que Néstor añadió: “Y en la cuarta estás grabando con Cancio, Lizza y Russo”. Ambos se ríen y celebran este nuevo logro para el grupo, pues supieron sortear la pandemia y pérdidas personales.

Una sesión inolvidable

La sesión de “Que no haya barreras” fue grabada en el año 2021, en plena pandemia, y ve la luz dos años después. Luego de todo lo que les había dado el primer disco, que les posicionó como uno de los grupos más destacados en la escena de folclore y la música popular, ellos querían honrar a varios de los ídolos que les inspiraron a ser lo que son.

Estos dos veces ganadores del Ñandutí de Oro, del Poncho Para’i de Oro y del Festival del Lago Ypacaraí estaban listos para grabar al lado de Lizza Bogado, Juan Cancio Barreto y Francisco Russo.

“Lo más increíble de esta sesión fue cómo los sacamos a ellos de su zona de confort. Creo que les gustó el desafío, de salir un poco de lo que estaban haciendo”, planteó Néstor.

El disco arranca con Francisco Russo en “Trovador de nuevos tiempos” y “Pedro Juan Caballero”. La primera, ubica a Russo en el rol del poeta que canta a nuestro país, sobre nuestros hábitos y costumbres. La segunda es una amalgama español, guaraní y portugués, el lenguaje de la ciudad fronteriza.

La voz de Lizza Bogado aparece para “Esperanza y Fe”, tema de su autoría versionado para esta ocasión, y para “Novela sojera”, que relata una realidad socioambiental que ocurre en regiones de nuestro país.

Juan Cancio Barreto se destaca en “Los Caminantes”, tema que él mismo compuso pensando en la banda, con quienes sintió empatía y se sintió reflejado luego de una gira. Colabora también en la esperanzadora “Que no haya barreras” como ideal de un nuevo Paraguay.

El cierre del disco se da con una suerte de bonus track llamado “Enganche Bandita Koygua” donde entregan clásicos del folclore como “Polca María”, “Río Confuso” y “3 de Mayo”, marcando el término de la celebración que supone esta nueva publicación.

Al recordar esta experiencia, Edu señaló que suelen pensar en que fue un trabajo entre “los maestros” y ellos, pero al final, dijo, “estamos haciendo música, hablamos el mismo idioma y tenemos nuestros lenguajes generacionales; al final éramos tíos y sobrinos en un asado musical”, dijo entre risas.

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El álbum fue grabado por Néstor López (guitarra y voz principal), Eduardo Martínez (guitarra y coros), Walter Rodríguez (batería), Daniel Pavetti (percusión y coros), Edson Vázquez (percusión menor), Tato Zilli (bajo eléctrico), Carlos Centurión (piano rhodes y strings), Sixto Corbalán (arpa), Heraldo Vargas (acordeón, piano y coros), Jonathan Piñero (trompeta), Iván Paredes (trombón) y Marcelo Díaz (saxo barítono).

Relatando nuestra realidad

“Creo que este disco responde a una situación específica que nos toca vivir. Nos hubiera sido más fácil cantarle al amor y al desamor hasta el final de nuestras carreras sin hacer ninguna crítica social pero no fue el caso”, confesó Néstor.

Estas letras, según explicó, “responden a una situación social en la que estábamos, de impotencia, y creo que eso se vislumbró y desnudó con mayor fuerza en la pandemia, con pérdidas personales que sucedieron no solo en la banda sino en el mundo”. Por ende, afirmó: “Nosotros estamos obligados a ser periodistas o reporteros de una coyuntura y una realidad social que nos toca”.

Manifestó también que para ellos fue “increíble” que los invitados “con toda su trayectoria y con todo lo que significan sus carreras, le hayan puesto también la voz a estas críticas y problemáticas sociales, que no buscan confrontar pero sí poner sobre mesa de debate muchas problemáticas”, remarcó el artista.

En ese sentido recordó la polémica que se había generado en redes sociales sobre la canción “Novela sojera”, donde la cuenta @ParlamentoAgro salió al paso sobre la obra, expresando que la música ataca a los trabajadores agrícolas.

“Nadie está en contra de la producción agrícola ni de la agricultura, la canción en ningún momento plantea eso. El tema es sobre el análisis de la problemática social de los pueblos originarios. Por eso se tuvo cuidado al poner el título de la canción: una novela, una obra literaria que tiene un relato más o menos ficticio”, aclaró Néstor.

“No estamos diciendo que no compren productos que vienen de la soja ni le pone a la soja en un pedestal inquisitorio, al contrario, le invita a la soja, al algodón y a la producción agrícola a debatir ¿qué sabemos de los pueblos originarios? ¿De dónde venimos? ¿Cuál es la situación en la que le tenemos a nuestros ancestros? Es una problemática que linda con el campo así que indefectiblemente tiene que tener un actor que vive en el campo. A ese debate responde la canción”, expresó.

“Pero tenía que decirse eso porque, de lo contrario, estaríamos siendo cómplices de una situación de impotencia que no está buena. Yo nunca salí a aclarar nada en esa confrontación de redes sociales porque estaba bueno, con el dolor de mi alma, que se genere este debate”, afirmó el músico.

En ese sentido, el cantante y compositor explicó que todo el trabajo estético de la sesión en vivo resalta a las manos trabajadoras del campo. En ese marco trabajaron con Adriana Ortiz, quien por varios años estuvo al frente del Instituto Paraguayo de Artesanía.

“La gente puede ver todo en la sesión, desde manufactura y arte popular de nuestro país, donde la capísima de Adri nos ayudó. También por eso llevó tanto tiempo producir la sesión, buscamos conjugar todas las representaciones artísticas populares del Paraguay con un capital propio, nadie vino a poner plata”, refirió López, destacando que toda la inversión fue de parte del grupo con todo lo cosechado en estos años de carrera.

Un presente esperanzador

“Los miedos estuvieron en la pandemia y también en la pospandemia. Todo fue de un cien a cero en flujo de trabajo y uno se replantea miles de cosas. Lo bueno es que mientras sucedió todo nunca paramos y hoy eso da sus frutos”, indicó López, para adelantar que hace unas semanas atrás ya empezaron a preproducir el tercer material que saldrá dentro de un año.

Edu añadió que desde que salió el primer disco a hoy han sido “cinco años de aprender muchísimas cosas”. Cuando piensan en el presente, ambos dicen que están “con todas las ganas” de seguir haciendo música. De hecho, ya están en eso, encarando todo con mucho profesionalismo. “Musicalmente también estamos mucho más maduros, todo fue crecimiento”, sumó Martínez.

“Yo creo que la búsqueda es constante. Por más que ahora acabamos de lanzar un álbum, es cerrar una etapa y pensar en lo siguiente. Ahora empezamos a producir el tercer disco con un productor, algo que nunca hicimos, porque siempre produjimos nosotros. Y que tu primera experiencia sea con un sensei de la música (Popi Spatocco), que mamó y estuvo con todas las personas que nosotros escuchamos, y aprender por el camino es increíble”, observó López.

“Hoy estamos en el lugar donde soñábamos. Es como que cuando sucede no sabés si es cierto, porque nunca estás hasta que tenés el contrato firmado, nunca estás hasta que estás grabando, nunca estás hasta que está lanzado. Terminamos de grabar con nuestros ídolos de la música de acá, tenemos planes de grabar con otros ídolos de acá, mientras se está dando el campo para grabar con nuestros ídolos de afuera. Es un ‘puede ser’ constante pero yo le siento al equipo y la forma de trabajo mejor que nunca”, evaluó.

Reflejando la honestidad

Al respecto, Martínez reflexionó en la importancia de tomarse las cosas con calma. “Obviamente antes ya queríamos todo lo que estamos ahora consiguiendo, pero capaz no estábamos listos, y ahora estamos en un nivel sólido no solo profesional sino de consciencia, no tenemos miedo a nada”, remarcó.

Además, puntualizó en que son muy atentos de sus pasos. “Cuidamos muchísimo lo que vamos a decir, si algo no nos gusta no vamos a tocar. Si vamos a decir algo va a ser algo que queremos decir y de la manera en que queremos decir y vamos a tocar la música que queremos de la manera en que queremos sonar”, resaltó.

Esa consciencia, dijo, es importante para reafirmar sus deseos con la música. “Yo siento que las cosas buenas toman tiempo, las cosas lentas tienen mucho más valor. El proceso puede ser un poco lento, pero al final vale el triple”, consideró.

Néstor habló también de cómo vivimos en una sociedad donde pareciera que “todo tiene que hacerse rápido todo el tiempo”. Según planteó, en la música eso “no responde a algo honesto”. “La industria te dice que tenés que lanzar cosas todo el tiempo, pero si no tenés nada que decir no tiene sentido”, pronunció.

A ello, Edu agregó que “a veces el silencio es mejor que decir algo que no tenga sentido”. Según el artista, pareciera que hoy en día “ya nadie quiere vivir los procesos, quieren todo rápido, pero al final los procesos hacen que la llegada sea más satisfactoria. No es lo mismo meter una comida al microondas que hacer la masa, meter al horno, servir vos. Tiene otro valor”, observó.

En varios años ellos hicieron ese trabajo, sin apurarse en lanzar cosas que no reflejen su impronta. “Cumplimos el sueño de recorrer el país en festivales, patronales, ojalá podamos repetirlo, pero también ya miramos el siguiente escalón que es mostrar nuestra música al mundo. Yo creo que eso se está gestando todo ahora de una forma mágica”, pronunció Néstor.

Aún no pueden revelar qué están tramando con Vitale, Spasiuk y más nombres que se guardan, pero Edu y Néstor terminan la entrevista y salen corriendo para el estudio donde siguen preproduciendo las nuevas canciones, dejando la intriga flotando en el aire.

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