“Godzilla vs Kong”

La saga de monstruos de Legendary llega a un impresionante clímax con todo el entretenimiento y el espectáculo visual destructivo que uno podría pedir del reencuentro de dos íconos (literalmente) gigantes del cine, esta vez con toda la maquinaria técnica de Hollywood detrás.

Warner Bros. Pictures
audima

(Disponible en cines)

La trayectoria del llamado “Monsterverse”, el “universo cinematográfico” ideado por Warner Bros. y Legendary para enmarcar sus películas de monstruos gigantes, no era demasiado alentadora.

En la espectacular Godzilla que Gareth Evans estrenó en 2014 - a diferencia de la anterior versión de Godzilla que Hollywood estrenó en 1998, y en divergencia también con las últimas décadas de producciones japonesas sobre el icónico monstruo radiactivo - se buscaba un tono “aterrizado” y un énfasis en explorar la majestuosidad y el potencial destructivo de sus monstruos de una forma sobria y naturalista, con un énfasis en plasmar en la pantalla la escala titánica de las criaturas – algo para lo que Edwards tiene un talento único - plantando la cámara casi siempre a nivel del piso o desde el punto de vista de alguno de los humanos indefensos entre los pies de los titanes.

Era quizás el filme de Godzilla que más se acercaba al tono de la estremecedora película japonesa original de 1954, al menos por entonces (dos años después llegaría la excelente Shin Godzilla desde Japón y se alzaría con esa distinción).

El tono del “Monsterverse” cambió bastante con Kong: La Isla Calavera (2017), que abrazaba la tradición más juguetona y estrafalaria del cine de monstruos que inspiró la película original de King Kong en los ’30. Visualmente impactante y con una variedad impresionante de temibles criaturas gigantes, Kong adolecía sin embargo de una falta de personajes humanos interesantes para balancear los duelos de gigantes, un defecto que heredó Godzilla: El rey de los monstruos (2019) en su afán de ir expandiendo el “universo”.

Así, parte de una saga en decaída creativa (y taquillera) y con un director cuyos antecedentes daban lugar a dudas – Adam Wingard, que luego de un par de excelentes filmes de suspenso como Cacería macabra y El huésped venía con una mala racha con la olvidable Blair Witch y la terrible adaptación de Death Note para Netflix -, el futuro no se veía auspicioso para Godzilla vs Kong.

El hecho de que acabó siendo una gran película de acción y catástrofe con algunas de las mejores secuencias de acción “kaiju” desde Titanes del pacífico y la Godzilla de Edwards, pues, es una muy grata sorpresa.

La historia del filme trascurre unos años luego de lo ocurrido en El rey de los monstruos, cuando el otrora benévolo Godzilla repentinamente comienza a atacar a la humanidad por razones desconocidas. Mientras tanto, una poderosa compañía tecnológica intenta utilizar al simio gigante Kong para acceder a una parte no explorada de la Tierra, con el objetivo de asegurar una fuente de poder que permita a la humanidad defenderse de Godzilla.

Si bien los argumentos de estas películas no suelen ser más que una excusa para llevarnos de pelea en pelea, es refrescante ver que hay un verdadero cuidado y esmero en las partes de Godzilla vs Kong que no tienen batallas de titanes.

El guion del filme tiene mucho de esa eficacia clínica y sencillez temática que ostentan muchos de los mejores trabajos de James Cameron, sacrificando profundidad y elegancia por una historia clara y por la que es fácil dejarse cautivar, todo un logro teniendo en cuenta la cantidad de personajes e historias con los que hace malabares.

Además de Madison (Millie Bobby Brown), que regresa de la película anterior para hacer equipo con un investigador de conspiraciones (Bryan Tyree Henry), la historia introduce a un montón de nuevos participantes como el magnate tecnológico de dudosa moral (Demián Bichir) y su tenaz hija (Eiza González), un par de científicos idealistas (Alexander Skarsgard y Rebecca Hall) y la revelación del filme, Jia (Kaylee Hottle), una niña nativa de la Isla Calavera que tiene una entrañable relación con Kong.

Ninguno de los personajes tiene demasiada profundidad, pero sí la suficiente para que, sumado eso al carisma del elenco de actores expertamente ensamblados por la encargada del casting del filme, Sarah Halley Finn (el arma secreta detrás del éxito del universo Marvel), alcance para aterrizar la acción de la película y darnos motivos para que nos importe el destino de los humanos.

En particular la relación entre Kong y Jia está particularmente bien lograda, tanto por la excelente actuación de Hottle como por el extraordinario trabajo de los animadores detrás de Kong, que le imbuyen de una humanidad y una personalidad palpables, digna de compararse con las de otros simios digitales del cine reciente como César de El Planeta de los Simios o la versión anterior de Kong de Peter Jackson.

El hecho de que el conflicto del filme es mucho más claro que los de La Isla Calavera o El rey de los monstruos – que se volvía borrosa y aburrida con sus antagonistas de motivación difusa e intentos torpes de profundidad emocional - también ayuda a que los momentos de acción tengan más peso.

Y la acción cumple. Si bien no se compara con las secuencias de peleas de monstruos en el Godzilla de 2014, que gracias a las tomas naturalistas de Edwards se sentían auténticamente como estar viendo a dos animales de leyenda pelear a muerte entre edificios, la acción en Godzilla vs Kong es vistosa, variada y creativa, y en particular el clímax en Hong Kong es un espectáculo bañado en luces de neón admirable, el tipo de show de luces, sonido ensordecedor y colores vibrantes que pide por la pantalla más grande posible.

Godzilla vs Kong es un digno homenaje a las trayectorias de sus dos monstruos protagonistas y a todo el cine que ambos inspiraron.

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GODZILLA VS KONG

Dirigida por Adam Wingard

Escrita por Eric Pearson y Max Borenstein

Producida por Alex García, Jon Jashni, Eric McLeod, Mary Parent, Brian Rogers y Thomas Tull

Edición por Josh Schaeffer

Dirección de fotografía por Ben Seresin

Banda sonora compuesta por Tom Holkenborg

Elenco: Alexander Skarsgard, Rebecca Hall, Millie Bobby Brown, Bryan Tyree Henry, Julian Dennison, Kyle Chandler, Demián Bichir, Eiza González, Kaylee Hottle, Shun Oguri, Lance Reddick, Hakeem Kae-Kazim