Historias de vida: damnificados cuentan por qué viven en zonas ribereñas

Detrás de los números de damnificados afectados por las inundaciones registradas en zonas ribereñas existen historias humanas protagonizadas por ciudadanos llenos de sueños y desafíos. Entre Ciudad del Este y Presidente Franco, un total de 500 familias que hace algunos días disfrutaban del abrigo de sus hogares, hoy se encuentran en la incierta realidad de albergues temporales.

El albergue habilitado en la secciona del barrio Pablo Rojas para el refugio de los damnificados en Ciudad del Este.
El albergue habilitado en la secciona del barrio Pablo Rojas para el refugio de los damnificados en Ciudad del Este.ABC COLOR

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Nestor Recalde un dirigente deportivo y líder comunitario se encuentra lidiando con las consecuencias de la crecida del arroyo Acaraymi que anegó su hogar localizado en el sector 1 del barrio San Rafael de Ciudad del Este.

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Actualmente Recalde está refugiado en un albergue instalado en la subseccional del barrio San Rafael y desde donde coordina esfuerzos con las autoridades públicas para la asistencia a sus vecinos.

Recalde recuerda que el sueño de convertirse en dirigente deportivo lo desembarcó al barrio San Rafael para gestionar un club de fútbol de salón, el deporte que le apasiona.

Sin embargo ese sueño “se ve sumergido en el agua” ya que su propiedad y la cancha están anegados por la crecida del arroyo Acaraymi que desemboca al río Paraná.

Recalde dijo que ante esta adversidad recibieron la asistencia de la Itaipú, la Armada Paraguaya y otras instituciones para sobrellevar la situación. Refirió que cuentan con los servicios básicos de electricidad, sanitario, víveres y agua en los refugios.

Para Recalde, abandonar la ribera de Acaraymi no es una opción. Sostuvo que una reubicación desarraigaría a las familias y propone la construcción de un dique para controlar el nivel del arroyo ante las crecidas del río Paraná.

Dispuesta a una mudanza

Simone Do Nascimento, una brasileña radicada hace 32 años en Paraguay, reside en el barrio San Rafael junto con su marido y cinco hijos desde hace 15 años.

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Su familia se encuentra refugiada en un albergue montado en la seccional del barrio Pablo Rojas, mientras espera el descenso del arroyo Acaraymi para regresar a su casa.

Do Nascimento comenta que es la primera vez que se encuentra en un albergue aunque en varias ocasiones fue afectada por la inundación. “En otras oportunidades me iba a un alquiler pero esta vez fue muy rápida la crecida”, expuso.

Primeramente estuvieron refugiados en un albergue instalado en el mismo barrio luego se trasladaron hasta el tinglado cerrado de la seccional, un recinto cerrado con mejor cobertura.

Do Nascimento dijo que la crecida genera perjuicios para su familias con el estropeo de sus pertenencias y piensa mudarse a otra zona. Pero mientras tanto regresará nuevamente a su casa, una vez que descienda el agua.

No tengo condición económica para comprar o alquilar una casa, entonces la ribera es la solución”, dice Dos Nascimento que diariamente se dedica a la crianza de sus hijos mientras su marido trabaja como camionero.

La ama de casa mencionó que estarían dispuestos a mudarse si acceden a viviendas subvencionadas por el Gobierno.

Perjudicada en cada inundación

Diana Cardozo junto con su esposo y seis hijos se encuentran desde hace cinco días en el albergue habilitado en la seccional del barrio Pablo Rojas luego de que su hogar quedara anegado.

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Mencionó que reciben la asistencia de la Municipalidad, la Itaipú y de empresas privadas para acceder a servicios básicos como alimentación, agua y otras necesidades.

La familia de Cardozo conoce bien los embates de las riadas ya que residen desde hace 36 años en el sector bajo del barrio San Rafael y atravesaron varias inundaciones en los últimos años.

“El plan familiar siempre es salir del lugar y tener una solución, no ir más ahí. El problema es que para comprar una casa es complicado, siempre tenemos que volver al lugar”, recalcó.

Aseguró que abandonarían el barrio San Rafael si reciben una casa del Gobierno ya que son conscientes que en cada inundación volverán a tener perjuicios materiales.

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