La mítica pasarela de París, en su hábitat natural del Grand Palais, redefinió ante cientos de miradas y multitud de celebridades internacionales el lujo clásico, que se reinterpreta en cada diseño.
La Semana de Alta Costura en París rinde un homenaje a la fantasía suntuosa. Las casas más emblemáticas exploraron volúmenes escultóricos y texturas opulentas que evocaron un invierno mágico.
Chanel presentó una colección de alta costura glamo-
rosa y discreta, la última imaginada por su estudio de creación interno, antes de los primeros pasos muy esperados del nuevo director artístico Matthieu Blazy
Para la temporada otoño-invierno 2025-2026, la casa
francesa reinventa los clásicos del invierno y einterpreta
el emblemático tweed, que esta vez adquiere un aire de tejido en vestidos más o menos largos, abrigos largos y trajes de falda y pantalón de talla baja, adornados con lentejuelas, plumas y perlas.
Por su parte, Schiaparelli salió a escena con una propuesta inspirada en el pasado y con labúsqueda de la desconexión. “Propongo un mundo sin pantallas, sin inteligencia artifi cial, sin tecnología: un mundo antiguo, sí, pero también posfuturo”, señaló Daniel Roseberry, su director creativo.
Como es habitual, los diseñadores de origen libanés son numerosos, como Elie Saab, Georges Hobeika y Zuhair Murad.