Las manifestaciones, que comenzaron contra el aumento de las tarifas del metro para abarcar después un amplio abanico de reivindicaciones sociales, se encuentran ya en su tercera semana y no parecen querer remitir. El gobierno aparece impotente pese a haber declarado el estado de emergencia y sacado al principio a los militares a patrullar las calles junto a la policía. “Hay llamados a que dimita”, le dijo a Piñera la periodista Katy Watson de la televisión pública británica “¿Lo va a hacer?” .
“No”, contestó tajantemente el conservador multimillonario que pocos días después del estallido de las protestas cambió a ocho de sus ministros, incluido el cuestionado titular del Interior, Andrés Chadwick. Piñera paga sus errores en la gestión de la crisis con una caída estrepitosa de popularidad: con 13% de aprobación, es el jefe de Estado con las cifras más bajas desde el regreso a la democracia en Chile en 1990. Los manifestantes exigen una mejor distribución de la riqueza, el aumento de las pensiones más bajas y reducción en las tarifas de servicios básicos.
“Estos problemas se han ido acumulando en los últimos 30 años, soy responsable de parte de ello y asumo mi responsabilidad pero no soy el único”, afirmó. Piñera se declaró obligado como presidente a “mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos” y defendió que en las tres décadas desde el retorno de la democracia “la pobreza se redujo de 65% a 8%” en Chile.
Activistas, encabezados por la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, emplazaron al presidente a frenar lo que denuncian como “graves y sistemáticas” violaciones de los derechos humanos para reprimir las protestas. Diferenciando entre la “enorme ola de destrucción y violencia organizada por alguna gente” y “las legítimas manifestaciones de los ciudadanos chilenos” , el presidente justificó el recurso al estado de emergencia, una “herramienta democrática y constitucional” , para “restaurar el orden público y proteger a los ciudadanos”.
Pero reconoció que “hay muchas presuntas quejas sobre uso excesivo de la fuerza”. “Si eso tuvo lugar puedo garantizar que será investigado (...) y será juzgado”, afirmó. “No habrá impunidad” , aseguró.