El responsable de Interior de Hesse, Peter Beuth, argumentó que la decisión era "inevitable", consecuencia de la conducta "inaceptable" de varios miembros de la unidad SEK de la Policía de Fráncfort y de la permisividad de sus superiores directos.
El contenido que compartían los agentes en estos chats privados de entre 2016 y 2017 era "en parte de extrema derecha", además de "discriminatorio", agregó el político conservador.
La Policía alemana registró este miércoles los domicilios y puestos de trabajo de veinte agentes de la SEK de Fráncfort, a los que la fiscalía investiga desde 2019 por presuntos delitos de odio y compartir símbolos nazis.
"Las acusaciones se llevarán hasta sus últimas consecuencias penales y disciplinarias", aseguró Beuth, que se mostró convencido de que los sospechosos no pueden seguir desempeñándose en la Policía regional de ser legalmente posible.