"El cierre del aeropuerto de Saná por quinto año consecutivo ha dejado varados al menos a 32.000 pacientes yemeníes críticamente enfermos que necesitan un tratamiento que les salve la vida en el extranjero", denunciaron el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, en inglés) y CARE International en un comunicado conjunto.
El aeropuerto de Saná, controlado por los rebeldes chiíes hutíes respaldados por Irán, fue cerrado a los vuelos comerciales el 9 de agosto de 2016 y, desde entonces, solo vuelos de Naciones Unidas y otras agencias humanitarias pueden aterrizar en el aeropuerto.
La coalición ha estado controlando el espacio aéreo de Yemen desde que intervino en el conflicto del Yemen en marzo de 2015 en un intento de restaurar el Gobierno internacionalmente reconocido del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi después de que los hutíes lo expulsara a finales de 2014 de la capital yemení.
"Cinco años de restricciones impuestas al espacio aéreo del Yemen por la coalición liderada por Arabia Saudí están impidiendo que miles de civiles yemeníes enfermos busquen tratamiento médico urgente fuera del país", apunta el comunicado.
El director interino del Consejo Noruego en Yemen, Isaac Ooko, dijo que el cierre continuo del aeropuerto es como "un secuestro que dura cinco años".
“Los pacientes están atrapados en el Yemen, incluso cuando hay una ruta para salvarlos. Para miles de yemeníes enfermos que necesitan tratamiento médico urgente en el extranjero, estos últimos cinco años han sido una sentencia de muerte", afirmó.
El cierre del aeropuerto ha obligado a las personas que viven en 11 provincias bajo el control de los hutíes, incluida la capital Saná, y que necesitan viajar al extranjero para recibir atención médica, negocios, trabajo o visitar a familiares en el extranjero, a realizar varias horas de viajes por tierra a uno de los dos aeropuertos controlados por el Gobierno en Adén (sur) y Sayún (este).
Estos viajes a través de las rutas a Adén o Sayún pueden tardar entre 15 a 24 horas, respectivamente, e implican cruzar docenas de puntos de control militares y frentes de conflicto.
Muchos enfermos optan por no hacer el viaje por temor a ser arrestados cuando cruzan de un territorio controlado por una parte a otra.
Varias rondas de negociaciones mediadas por la ONU entre los hutíes y el gobierno de Hadi respaldado por Riad no lograron llegar a un acuerdo sobre la reapertura del aeropuerto.
"Instamos a la coalición, al gobierno del Yemen reconocido internacionalmente y Ansar Allah (hutíes) a que pongan las vidas de los civiles yemeníes en primer lugar al acordar la reapertura del aeropuerto", dijo el director de CARE en el Yemen, Aaron Brent.
"Deben reabrir el aeropuerto para vuelos comerciales para ayudarnos a aliviar la catástrofe humanitaria causada por el cierre", aseveró.