Más de 60 vigilantes mueren en un ataque de hombres armados en Nigeria

Lagos, 8 mar (EFE).- Más de sesenta miembros de un grupo de vigilantes civiles voluntarios murieron la noche del domingo pasado tras un ataque de hombres armados no identificados contra una localidad del estado de Kebbi, en el noroeste de Nigeria, según confirmaron este martes a Efe activistas de la sociedad civil.

audima

"Bandidos atacaron Sakaba (...) la noche del domingo y mataron a más de sesenta personas. También secuestraron a muchos aldeanos y robaron ganado", dijo a Efe por teléfono Abdullahi Dahiru, presidente de la organización Vanguardia de Kebbi para la Paz.

Según Dahiru, "todas las personas asesinadas formaban parte del grupo de vigilancia Yan Sa Kai, que había planeado una operación contra los bandidos", término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen ataques mortales y secuestros.

En Nigeria, hay varios grupos de civiles voluntarios que apoyan a las Fuerzas de Seguridad en su lucha contra estas bandas, y reciben recursos y armas poco sofisticadas de los gobiernos regionales, como machetes, lanzas o pistolas.

Yan Sa Kai es el principal grupo que opera en el norte del país, donde las autoridades de algunos estados, como Kaduna o Katsina, han prohibido el grupo al acusar a sus miembros de cometer asesinatos extrajudiciales.

Por otro lado, Abubakar Tanku, líder comunitario de la localidad de Zuru (donde se encuentra Sakaba), aseguró a Efe que habían recuperado hasta ahora más de 62 cadáveres.

"Hemos recuperado más de 62 cuerpos. Todos han sido enterrados. Se trataba de vigilantes que nos protegían. Ahora estamos completamente indefensos", lamentó Tanku.

El portavoz de la Policía en Kebbi, Nafiu Abubakar, confirmó el ataque pero señaló que aún están "trabajando en los detalles" sobre las muertes.

Kebbi, así como otros estados del centro y noroeste del Nigeria, sufren ataques incesantes por parte de bandidos y una ola de secuestros masivos con el objetivo de obtener lucrativos rescates.

Estos ataques han continuado a pesar de las reiteradas promesas del presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, de acabar con el problema y del despliegue de más fuerzas de seguridad en la zona.

El pasado enero, hombres armados irrumpieron en la aldea de Dankade, también en Kebbi, y mataron a 50 personas, mientras en junio motoristas armados asaltaron varias comunidades del mismo estado y acabaron con la vida de al menos 88 personas.

También el pasado junio los bandidos secuestraron a un número indeterminado de personas -si bien las autoridades no confirmaron esa cifra, los medios locales anunciaron la desaparición de entre 80 y 121 estudiantes además de cinco profesores- en la universidad de Yauri, en Kebbi.

A esta inseguridad en el noroeste de Nigeria se suma la registrada desde 2009 en el noreste por el grupo yihadista Boko Haram y, desde 2016, por su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas inglés).

Ambos grupos han asesinado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos gubernamentales y de la ONU.

Lo
más leído
del día