Así lo anunció este lunes el ministro español del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, tras presidir en Las Palmas de Gran Canaria una nueva reunión con los responsables de coordinar las actuaciones ante la inmigración irregular.
Según el ministro, la colaboración con las autoridades de Senegal y Mauritania impidió la salida de estos países de 12.500 personas, lo que supone algo más de la mitad de las que sí lo consiguieron.
Las Islas Canarias están viviendo en las últimas semanas llegadas masivas de migrantes en embarcaciones precarias procedentes de la costa africana, hasta alcanzar las 8.561 personas en los últimos quince días, según el Ministerio de Interior.
El ministro destacó el trabajo que se está haciendo en los países de origen y de tránsito de los migrantes que emprenden la llamada Ruta Canaria, una de las más peligrosas del mundo para la inmigración, por la que llegaron al archipiélago canario 23.500 personas en lo que va de año, cifra solo superada durante la crisis de 2006.
Grande-Marlaska atribuyó este repunte de la inmigración a la "desestabilización en el Sahel".
Además del avión que se desplegará en la costa subsahariana, Interior movilizará otro que se unirá a las tareas de patrulla desde Canarias.
El ministro consideró que todos los cuerpos implicados en la gestión de este fenómeno tienen "un músculo suficientemente importante para dar respuesta" al mismo.
Por su parte, el presidente regional de Canarias, Fernando Clavijo, se refirió a la llegada "récord" de menores extranjeros no acompañados a Canarias, unos cien al día, por lo que la región acoge en estos momentos a 3.800, a los que hay que garantizar los derechos que les asisten, y pidió agilizar su reparto entre las distintas regiones de España.
El presidente canario compartió con el ministro la necesidad de que la Unión Europea "tenga una respuesta única a este fenómeno, que va a continuar en el tiempo, ya que es algo inherente a la humanidad".