"Hubo once muertos, entre ellos tres mujeres, pero este balance todavía es provisional", dijo a EFE uno de los líderes de la sociedad civil de la zona, Priscil Mpidi.
El ataque se produjo a las 04.00 horas (03.00 GMT) en la localidad de Fadiaka, que pertenece al territorio de Kwamouth y la provincia de Mai-Ndombe, según Mpidi.
Los rebeldes "también quemaron casas y se llevaron las propiedades de los residentes", indicó a EFE el diputado de la vecina provincia de Kwilu, Garry Sakata, que lamentó una reciente extensión territorial de este conflicto.
"Existen muchos movimientos de poblaciones desplazadas. El Gobierno debe actuar urgentemente para imponer la paz. Esta situación está extendiéndose y corre el peligro de volverse incontrolable", aseguró Sakata.
El incidente ocurrió en una zona golpeada por la violencia intercomunitaria y conocida como Gran Bandundu, que comprende las provincias congoleñas de Mai-Ndombe, Kwango y Kwilu.
Allí, la milicia Mobondo, que dice representar a la comunidad yaka, está involucrada desde principios de 2022 en un conflicto con el pueblo teke por una disputa relacionada con la propiedad de la tierra.
Las tensiones crecieron por el aumento de un impuesto consuetudinario que en esta región deben pagar los agricultores tekes y yakas a los jefes tradicionales tekes, propietarios de los terrenos, por usar la tierra.
Los enfrentamientos intercomunitarios ya han causado la muerte de al menos 300 personas, mientras centenares de casas, escuelas y centros de salud han sido destruidos, saqueados y quemados, según denunció la ONG pro derechos humanos Human Rights Watch a finales del pasado marzo.
Además, más de 4.600 personas han tenido que abandonar sus hogares.