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La junta de política monetaria decidió por unanimidad mantener sin cambios el referencial desde febrero de 2023, después de haber activado siete incrementos consecutivos entre abril de 2022 y enero de 2023 para controlar la subida de precios en plena pospandemia.
"Será difícil recortar los tipos si la inflación hacia final de año se sitúa en torno al 2,3 % de media", advirtió el gobernador del BoK, Rhee Chang-yong, en una rueda de prensa posterior a la reunión de la junta de política monetaria.
La decisión de mantener los tipos se produce en un momento en el que el IPC surcoreano mantiene subidas significativas (se incrementó un 3,2 y un 3,1 % interanual en febrero y marzo, por encima del objetivo del 2 %).
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A su vez, aunque la deuda de los hogares ha decrecido recientemente, se mantiene aún en un nivel significativo, ya que los préstamos pendientes de los hogares sumaron 1.098,6 billones de wones (unos 806.000 millones de dólares) a finales de marzo.
El BoK también decidió mantener sin cambios los tipos después de que a principio de mes la Reserva Federal estadounidense hiciera lo propio manteniendo las tasas en una horquilla entre el 5,25 y el 5,5 % ante la persistente inflación en la primera economía mundial.
La entidad emisora destacó en un comunicado que las exportaciones, parte importante del PIB nacional, crecieron en marzo por sexto mes consecutivo gracias a los semiconductores.
El banco central surcoreano mantiene a su vez intacta su previsión de crecimiento para este año en el 2,1 %, un nivel por encima de la expansión del 1,4 % de 2023, aunque sostiene que el avance del PIB podría acabar siendo incluso mayor.