"El gobierno egipcio está recurriendo una vez más a tácticas represivas para aplastar la más mínima forma de disidencia", aseguró la directora regional adjunta para Oriente Medio y Norte de África de AI, Sara Hashash, "ya sea mediante la protesta pacífica, huelgas de trabajadores o personas que simplemente expresan sus frustraciones en una publicación en las redes sociales".
Entre enero y marzo de 2024, la organización documentó cuatro arrestos arbitrarios en diferentes puntos del país por "mostrar su malestar ante el aumento de precios en comentarios en las redes sociales", según detalló la organización en un comunicado.
Según explica el organismo, el pasado febrero, decenas de trabajadores de una empresa del sector público que participaron en una huelga en la que exigían que se les pagara el salario mínimo fueron interrogados, "dos de los cuales aún siguen detenidos".
Las fuerzas de seguridad también dispersaron una manifestación el pasado marzo, en la que los manifestantes culparon al presidente Abdelfatah al Sisi de "matar de hambre" a los pobres y arrestaron a diversos manifestantes.
Hashash demandó a las autoridades egipcias "tomar medidas efectivas para garantizar los derechos sociales y económicos" de los ciudadanos, en lugar de "arrestar a personas por hablar sobre el deterioro de las condiciones de vida".
"Las autoridades egipcias deben respetar el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica y liberar inmediatamente a todas las personas detenidas arbitrariamente únicamente por el ejercicio de estos derechos", añadió la representante de la ONG.
Las críticas por la crisis económica y la inflación van dirigidas al gobierno y al presidente Al Sisi, quien "en un controvertido discurso pronunciado en septiembre de 2023 dijo que el hambre y las privaciones eran sacrificios aceptables para el desarrollo y el progreso", explica AI.
El país afronta una altísima inflación (un 36% interanual en febrero, y del 48,5 % en los alimentos) y arrancó el año con una liberalización de la moneda que desplomó su cotización de unas 30 a cerca de 50 libras egipcias por dólar.
Para abordar la crisis, Egipto acordó nuevos préstamos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha recibido ayuda de la Unión Europea y el Banco Mundial, a cambio de algunas reformas estructurales como el libre cambio de la libra, privatizaciones y limitar la presencia del Ejército egipcio en la actividad económica, entre otras.