Hernández (Oxnard, California, 1959) ha pasado por Barcelona invitado por la última edición de Cómic Barcelona, y forma junto a su hermano Beto uno de los dúos más productivos del cómic independiente "made in USA" desde que empezaran con el fanzine autoeditado 'Love & Rockets', en la escena californiana de principios de los años ochenta.
Jaime Hernández explica en declaraciones a EFE que con esta pareja sentimental 'queer', casi un culebrón de "ni contigo ni sin ti", mantiene, tras cuarenta años de convivencia, una relación viva, casi autónoma.
"Las sigo dibujando porque han ido envejeciendo, e incluso se han hecho más mayores que yo, y eso me gusta. He visto cómo sus vidas han ido cambiando. Es divertido también enfadarme con ellas. Cuanto más mayor me hago, me doy cuenta de que cada vez se parecen menos a mí, incluso hay veces que no estoy nada de acuerdo con lo que hacen. Nos vamos distanciando", revela el autor, creador también de 'Penny Century'.
El tono de las historias de Hernández es desenfadado, pero no se ciñe a un género monolítico, "es como la vida real, hay drama, pero dentro del drama hay momentos de comedia. No van por un único camino", comenta el autor, que ha dejado evolucionar a los personajes sin tener claro hacia dónde se dirigen.
"A veces, pienso en su futuro pero no lo apunto, porque el futuro no está aquí. También pienso en el mío, pero como no sé qué va a pasar, prefiero ir viéndolo, paso a paso, esperando, como los personajes, que se van desarrollando por sí mismos", desvela.
Como integrante de la ecléctica y enorme comunidad latina de EE.UU., en el punto de mira migratorio de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, atacada directamente con insultos durante la campaña electoral, Hernández se muestra tajante, tras pensarse la respuesta en silencio durante bastantes segundos.
"Lo único que puedo decir es que es un idiota. Me está llevando mucho tiempo asimilar que hemos vuelto a un momento que pensaba habíamos superado después de la Segunda Guerra Mundial y de los nazis. Pensaba que habíamos aprendido que no había que volver a eso, pero aquí estamos, otra vez", se lamenta.
Igualmente categórico contesta a si éste sería el momento para que Jaime Hernández hiciera un cómic político: "Rotundamente no. En mis cómics aparecen muchas tonterías. Pero este tipo de cosas no merecen estar en mis cómics. Todo lo que está pasando (en EE.UU.) va mucho más allá, es mucho más absurdo", zanja.