Orbán, el líder de los Veintisiete más cercano al presidente ruso, Vladímir Putin, hizo esas advertencias a los periodistas que lo acompañaban en un vuelo a Bruselas la noche del martes, informó el portal magyarnemzet.hu, un medio cercano al Gobierno magiar.
“Los planes de la Comisión Europea de quitarle los bienes a Rusia y dárselos a Ucrania, que está en guerra con Moscú, no es otra cosa que una abierta declaración de guerra”, dijo el mandatario húngaro.
Se refería así al acuerdo alcanzado el pasado viernes por la mayoría de los países de la Unión Europea (UE) para inmovilizar de manera indefinida unos 210.000 millones de euros en activos rusos, congelados por las sanciones impuestas a Moscú tras la invasión de Ucrania.
Hasta ahora, esa congelación tenía que renovarse por consenso de todos los socios cada seis meses, un requisito que se elude con la nueva decisión, evitando posibles vetos de socios como Hungría.
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Si se aprueba definitivamente, la inmovilización permitirá destinar dichos activos rusos a la reconstrucción de Ucrania.
Tras afirmar que le había escrito a Putin para preguntarle sobre las posibles respuestas de Rusia a estas medidas, Orbán alertó de que Moscú “adoptaría medidas contundentes, utilizando todos los instrumentos legales del derecho internacional, pero considerando el voto de cada Estado”.
En este contexto, dejó claro que Hungría estaría fuera del alcance de las respuestas rusas al no haber apoyado la controvertida medida.
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“Nos hemos protegido contra las medidas económicas”, dijo Orbán, aludiendo a que su Gobierno “bajo ninguna circunstancia” apoyará la utilización de los activos congelados.
El Consejo de la UE acordó el viernes pasado la propuesta que abre la puerta a la congelación indefinida de los activos, sin necesidad de renovar ese bloqueo cada seis meses, basándose en poderes de emergencia para eliminar el riesgo de que se produzcan los vetos de países como Hungría o Eslovaquia, más cercanos a Moscú.