Rusia y Ucrania intercambian cada cierto tiempo los cuerpos de sus respectivos soldados que han quedado en posesión del enemigo tras morir en combate.
Esta entrega de cuerpos a Kiev ha sido medida como es habitual por la Cruz Roja y coincide con los contactos que ucranianos y rusos mantienen con EE.UU. sobre el plan de paz que propone Washington para poner fin a la guerra.
En una declaración prácticamente inédita desde el comienzo de la guerra, el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo haber recibido “ciertas señales” de que los ucranianos están dispuestos a entablar un diálogo para avanzar hacia la paz.
Rusia y Ucrania han utilizado los intercambios de prisioneros de guerra y de soldados caídos como muestras de buena voluntad en un proceso negociador que de momento no ha resultado en una perspectiva clara de que cesen las hostilidades.