Líder de Hizbulá dice que Líbano está en "encrucijada histórica" y pide posponer desarme

El Cairo, 28 dic (EFE).- El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Naim Qasem, aseguró este domingo en un discurso que el Líbano se encuentra en una "encrucijada histórica" y pidió al Gobierno libanés que posponga el desarme del movimiento, que debe completarse en el sur del país para finales del año, de aquí al próximo miércoles.

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"Hoy nos encontramos en una encrucijada histórica: o damos a Estados Unidos e Israel lo que quieren (...) o nos alzamos nacionalmente, y reclamamos nuestra soberanía y territorio, y construimos nuestro Estado", afirmó en una alocución que conmemora el primer aniversario de la muerte de Abu Salim, uno de los fundadores de Hizbulá.

En cuanto al desarme, al que llamó "un proyecto israelí-estadounidense, aunque a estas alturas lo llamen 'el monopolio de las armas'", pidió que se "posponga" hasta resolver "la situación actual, y entonces veremos qué podemos hacer al respecto".

Qasem dijo que exigir un monopolio de las armas, mientras Israel "comete agresiones y Estados Unidos impone su voluntad al Líbano, despojándolo de su fuerza, significa que no se trabaja en beneficio del Líbano, sino en beneficio de los deseos de Israel".

En verano, el Gobierno libanés dio luz verde a un plan militar para lograr la exclusividad de armas, que Washington e Israel estarían buscando acelerar, en el caso del Estado judío a través de la intensificación de los bombardeos contra el Líbano.

Por el momento, el Líbano se centra en una primera fase con la que busca completar para final de año el desarme de actores no estatales en la franja fronteriza con Israel.

El resto del territorio será abordado gradualmente en fases posteriores, aunque Israel querría avances más rápidos y garantizados en todo el Líbano.

Según Qasem, el desarme forma parte de un "proyecto destinado a eliminar la capacidad militar del Líbano", así como "busca crear conflicto entre el Ejército libanés, la resistencia y el pueblo, con el fin de desestabilizar el país hasta el punto de una extrema debilidad y dependencia".

"Tenemos derecho a defendernos. No actuamos agresivamente, sino en nuestra defensa, y este es nuestro derecho natural y legítimo. Nadie puede arrebatárnoslo. Al mismo tiempo, participamos en la construcción de la nación y ofrecemos la mejor experiencia y modelo. Por supuesto, todo esto les causa confusión, miedo y un problema", dijo.

Qasem recordó que el Líbano ha implementado "cada cláusula" del acuerdo de alto el fuego que puso fin a la guerra entre Israel y Hizbulá hace poco más de un año, y que el Gobierno libanés "incluso hizo concesiones gratuitas al enemigo israelí, mientras que los israelíes no dieron nada a cambio".

"La primera cláusula: Israel y el Líbano implementarán un cese de hostilidades. ¿Ha cesado? No, por parte de Israel. La segunda cláusula: Israel no realizará ninguna operación militar ofensiva contra territorio libanés, incluyendo objetivos civiles, militares u otros objetivos estatales, por tierra, mar o aire", apuntó, en referencia a que Israel también sigue ocupando puntos en el sur del país mediterráneo.

A principios de esta semana, el comandante en jefe del Ejército libanés, general Rodolphe Heikal, afirmó en un comunicado que "está a punto de completar la primera fase de su plan", que supone el control en exclusividad del armamento por los militares y el desarme de Hizbulá.

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