Abdo reflexionó ante todos los países participantes de la asamblea sobre la decisión del Gobierno en cuanto a tomar estrictas medidas sanitarias en la lucha contra la propagación del COVID-19, como la cuarentena, el cierre de fronteras, escuelas y colegios. En todo momento, el mandatario destacó la participación y la cooperación de la ciudadanía en la implementación de las medidas. También resaltó la importancia de cómo afecta al vecino la decisión de un país.
“Definitivamente, ninguna decisión hubiese tenido efecto sin el respaldo y la unidad de todo un pueblo que, de forma madura, disciplinada, entendió lo difícil de la situación y acompañó cada decisión con patriotismo, disciplina y hasta entusiasmo, abriendo la puerta a un nuevo estilo de vida”, destacó Abdo.
El Presidente expresó su gratitud a los paraguayos, a los médicos y a las fuerzas de seguridad y destacó la solidaridad de la ciudadanía ante la difícil situación vivida a raíz de la pandemia.
“Esta pandemia nos puso en una falsa encrucijada: la vida o la economía. ¿Qué aprendimos? Que el orden de las decisiones es determinante para salvar vidas y no perder la economía de nuestro país”, señaló. Al respecto, mencionó la decisión del Gobierno de brindar asistencia a los más desprotegidos.
“El COVID-19 nos puso en la difícil situación de decirles a nuestros compatriotas: ‘Debés esperar para entrar a tu patria’”, explicó Marito mientras relataba las situaciones por las que debieron pasar cientos de familias que tuvieron que permanecer separadas al ingresar al país.
Por otro lado, mencionó que no se paralizó toda la economía del país, como la agricultura, la ganadería y las obras públicas. En ese contexto, destacó que ningún obrero dio positivo a la enfermedad.
“Cuánto hemos madurado como sociedad. Maduramos cuando anteponemos esa decisión difícil ante lo que todos quisieran oír. Así fue el caso de Paraguay. Luego del segundo caso positivo registrado en el país, tomamos una decisión que para algunos fue exagerada, pero conociendo la realidad de nuestro pueblo, de nuestro sistema de salud y viendo cómo en los países donde estaba mas avanzada la pandemia y con mayor capacidad, era muy difícil que algún sistema de salud estuviera preparado para enfrentar algo como esto”, comentó.
“¿Qué aprendimos las naciones? Que somos iguales. El virus nos igualó a todos y nos enseñó que entre todos está la solución, que la solidaridad desplaza al individualismo. Aprendimos que no estamos aislados, que formamos parte de un todo, que lo que hagamos afecta a nuestros vecinos, cambia la vida de las familias y que puede costar vidas”, reflexionó.
Por último, dijo que cada decisión que se tome será recordada por futuras generaciones. “Esta situación que hemos vivido nos está reconfigurando de manera impensada. Aprendimos que debemos invertir en fortalecer los servicios de salud y, por sobre todo, el capital humano”, concluyó.