De acuerdo con el reporte del BCP, en el mes de referencia incidieron principalmente los desempeños negativos verificados en los servicios, algunas ramas de la industria, la ganadería y la generación de energía eléctrica; mientras que los desempeños positivos en la agricultura y las construcciones con desempeños positivos, ayudaron a atenuar en parte los efectos negativos en la actividad económica.
Agentes del sector sostienen que el endurecimiento de las fases de cuarentena para frenar la expansión del Covid-19 en algunas localidades, como también el avance de los contagios desalentaron el consumo y la inversión, impactando en los resultados.
Cabe mencionar que este bajón del 2,1% en la actividad económica, se da luego de dos meses consecutivos de expansión en el indicador, que venía de reponerse de la drástica caída entre los meses de marzo y junio por los impactos de la cuarentena.
De acuerdo con los datos, en la rama de servicios, los efectos más drásticos se observaron en las actividades de restaurantes y hoteles, servicios a las empresas, servicios a los hogares y comercio. En lo que respecta a las industrias, las actividades más afectadas fueron el de productos químicos, aceites, maquinarias y equipos, papel, minerales no metálicos, productos metálicos, carne, bebidas y tabacos, cueros y calzados. Otro rubro con bajo desempeño es la generación de energía eléctrica de las binacionales, por el bajo caudal hídrico del Paraná.
Rubros que avanzan
De acuerdo con el informe, algunos rubros mantienen su dinámica de expansión a pesar de las restricciones, como el caso de las construcciones que siguen creciendo por el mayor dinamismo en la ejecución de las obras tanto privadas como públicas.
El Imaep es un indicador de corto plazo que no recoge la totalidad de información que el PIB, pero marca su tendencia. Para este año, la proyección oficial es de una contracción del 3,5% en el PIB por efecto de la pandemia.