Con casi 3.000 pacientes internados y 521 en terapia intensiva, el sistema sanitario del país está sobrepasado, según afirmó el doctor Núñez.
Conforme detalló, existen en el sistema de salud 676 camas de terapia intensiva, de las que 387 son para pacientes respiratorios, 87 son salas de reanimación que también se están utilizando para enfermos de covid-19, mientras que el resto es un “mix” entre camas “terapizadas” (que no son de cuidados intensivos pero se usan como tales) y aquellos que reciben asistencia fuera de terapia intensiva.
Recordó que en las camas polivalentes no se pueden atender a pacientes con coronavirus, ya que la enfermedad es sumamente contagiosa.
Núñez recalcó que existe un alto número de pacientes que esperan un lugar en las terapias. Solamente ayer, martes, el reporte de SEME arrojaba 102 solicitudes, de las cuales 46 eran reiteraciones y 52 nuevos pedidos.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud no puede promediar la cantidad de días que los pacientes aguardan por camas en cuidados intensivos ni el número de reiteraciones de los pedidos que se hacen a SEM.
Por otra parte, Núñez comentó que la tasa de mortalidad en terapia intensiva disminuyó. Al comienzo de la pandemia se hablaba de que 9 de cada 10 personas que ingresaban a cuidados intensivos fallecían, sin embargo, actualmente este número se redujo y está entre el 30% y 35%, es decir, que de entre 3 a 4 de cada 10 personas que reciben asistencia en terapia muere.
“Tenemos conversaciones diarias con los coordinadores de terapia intensiva a nivel país y en comparación al inicio de la pandemia, esto era el 90%, ahora tenemos una mortalidad que está entre 35 y 33 por ciento”, detalló.
Igualmente, señaló que se encuentran con una dificultad dado que no se puede aumentar el número de camas en terapia intensiva si no se amplía la cantidad de profesionales de la salud para manejar cuidados intensivos. “Estamos viendo la forma de conseguir algunos respiradores más para dar respuesta a los equipos que estaban previamente, antes de la pandemia. En este momento, el personal médico entrenado está al tope de su capacidad de atención. Aumentar el número de camas de terapia intensiva sin los especialistas adecuados lo que hace es contribuir a la mortalidad de ese centro”, subrayó.
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