Un equipo periodístico de ABC llegó a la sede del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) para conversar con los representantes de las organizaciones que hace una semana se encuentran en el sitio como medida de presión para que se ejecute los US$ 47 millones para la construcción de viviendas sociales, como parte del plan de reactivación económica.
Los que se encontraban en el sitio evitaron brindar declaraciones y no se pudo encontrar a los voceros Diego Segovia y Alberto Quintana, entre otros. Tampoco se encontraba en el lugar Pulciano Sánchez, quien es el presidente de la “multisectorial”, gremio que nuclea a las organizaciones sociales.
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Al respecto, Vera comentó que se analizaron los proyectos presentados por las citadas organizaciones y se fueron resolviendo los puntos caso por caso. En cuanto a la demora por las gestiones, mencionó que la pandemia y los contagios reportados entre los funcionarios han representado una dificultad para una atención con mayor agilidad.
Precisó que el crédito obtenido a través de bonos permitirá otorgar 4.500 subsidios para la casa propia. Hasta el momento se han entregado 844, entre mayo y lo que va de junio. De esos 844 subsidios, 218 han sido entregados a proyectos de la multisectorial y 626 a otros grupos, mientras que sigue 3.656 subsidios pendientes por adjudicar.
Los recursos serán inyectados en la economía aplicando la normativa del Fondo Nacional de Viviendas Sociales (Fonavis), Ley N° 3637. El programa permite transferencias directas, vía rubro 800, a “Servicios de Asistencia Técnica (SAT)”, los cuales realizan las gestiones ante el Estado y propone los proyectos con los aspirantes a ser beneficiados con la casa propia con recursos públicos.
El mecanismo fue muy cuestionado durante la gestión del exministro Dany Durand, quien se vio obligado a renunciar y en su reemplazo asumió Carlos Pereira, quien encaró una reforma del Fonavis con el objetido de darle mayor transparencia y trazabilidad. Actualmente el proyecto está pendiente de estudio en el Congreso para que en el futuro, los cambios no sean borrados de un “plumazo”.