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Un tribunal presidido por Enrique Furler e integrado por Carlos Antonio López y Mario Cesar Miranda, junto a la representación del Ministerio Público a cargo del fiscal César Martínez, se trasladaron al lugar donde ocurrió el crimen, al noreste de la reserva Tapyta.
Estuvieron presentes Felipe Chávez, único sobreviviente del ataque, y los acusados Hugo Andrés González Sosa y los hermanos Robert, Braulio y Arnaldo Ramón Alcaraz.
Chávez mostró al tribunal el lugar dónde se encontraba en compañía de Rumildo Toledo y Artemio Villalba al momento de toparse con los atacantes, y explicó cómo reaccionaron los mismos al ser alteados por los guardaparques.
Chávez también pudo indicar con precisión el lugar de donde provinieron los disparos y la distancia a la que se habrían efectuado.
Los hermanos Alcaraz González, por su parte, alegaron que no se encontraban cerca de la posición desde donde se efectuaron los disparos que acabaron con la vida de Villalba y Toledo.
Braulio Alcaraz González afirmó que pudo ver a Hugo González Sosa en la zona de origen de los disparos, sobre un tronco utilizado como puente sobre el arroyo Tajay.
Daniel Paiva, abogado representante de las víctimas, resaltó la importancia de la diligencia realizada el sábado, ya que se pudo demostrar con detalles cómo sucedieron los hechos.
El juicio proseguirá el martes en el Palacio de Justicia de la Ciudad de Caazapá, comenzando con la lectura de los alegatos finales de ambas partes. Se espera para ese mismo día la sentencia contra los acusados.
En el primer día del juicio, los hermanos Alcaraz declararon que el autor de los dos disparos que acabaron con la vida de los guardaparques fue González Sosa, entonces funcionario del Poder Judicial de Caazapá.
Sin embargo, eso no explica por qué los hermanos Alcaraz, primos de González Sosa, permanecieron prófugos por cerca de dos años.
El crimen
El sábado 18 de agosto de 2018, Rumildo Toledo y Artemio Villalba con Felipe Chávez, se encontraban patrullando en la Reserva Tapyta hasta que fueron emboscados por sus asesinos. Toledo falleció en el acto y Villalba murió 14 días después en terapia intensiva.
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En septiembre de 2018 el Ministerio Público imputó a Braulio Alcaraz González, Robert Alcaraz González, Hugo Andrés González Sosa, Arnaldo Ramón Alcaraz González y Daniel González Britos (este último aún prófugo) por el crimen.
Los imputados permanecieron prófugos por casi dos años, por lo cual se realizaron varias manifestaciones frente a la Gobernación de Caazapá para exigir resultados por parte de la Justicia y reclamar la falta de aprehensión de los involucrados, pese a que los mismos se encontraban en la zona, según afirmaban los pobladores.
El 4 de marzo de 2020 fueron detenidos los hermanos Robert, Braulio y Arnaldo Ramón Alcaraz González.
Posteriormente, el 11 de agosto del mismo año, se presentó ante la justicia Hugo Andrés González Sosa, quien fue remitido a la Penitenciaría Regional de San Pedro y luego fue trasladado a la Penitenciaría Regional de Villarrica, donde continúa bajo prisión preventiva.