Dura puja ante posible sucesión en la Gobernación de Itapúa

ENCARNACIÓN. Una dura puja se instaló en la Junta Departamental de Itapúa (JDI) entre partidarios de los movimientos internos colorados Honor Colorado y Añetete, ante una posible inminente renuncia por motivos de salud del actual gobernador, Juan Alberto Schmalko (ANR-HC). La bancada opositora, integrada por ocho liberales y uno del PRF, puede decidir el curso de la historia.

La mesa directiva de la JDI está presidida por la concejal departamental, Luisa Salapata (ANR-añetete).
La mesa directiva de la JDI está presidida en forma interina por la concejal departamental, Luisa Salapata (ANR-añetete).Juan Augusto Roa

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Todavía no se tiene una definición sobre la decisión del gobernador Schmalko, quien en el mes de agosto pasado fue trasladado a la ciudad de Buenos Aires, Argentina, para una intervención quirúrgica por un tumor en la cabeza. El ejecutivo departamental ya está de regreso, y continúa su proceso de recuperación en su domicilio privado, pero alejado de toda actividad pública. Por recomendaciones médicas el mismo presentaría renuncia al cargo.

Desde agosto último, el cargo de gobernador es desempeñado en forma interina por el presidente de la JDI, Gustavo Miranda (ANR HC), y la presidencia de la JDI es ocupada por la concejala Luisa Salapata (ANR Añetete).

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En medio de serios cuestionamientos a la gestión del “primer anillo” del gobernador Schmalko, evidenciados en una auditoría practicada por la Contraloría General de la República (CGR) al periodo administrativo comprendido entre el primer cuatrimestre del año 2019 y el segundo cuatrimestre del año 2020, la puja al interior de la Junta es decidir por un sucesor que sería del mismo “equipo” del gobernador, o alguien que no se identifique tan abiertamente con el gobernador.

En este sentido, los nombres que “suenan” con mayor insistencia son los del concejal Cristian Brunaga (ANR HC), el concejal Carlos Acosta (ANR Añetete), y el concejal Silvio Piris (ANR Añetete). Este último es uno de los más críticos al gobernador, dentro de la bancada colorada.

La correlación de fuerzas al interior de la ANR es de siete concejales Añetete, contra cinco de Honor Colorado. Cualquiera de los grupos que sume el voto de la bancada opositora, que cuenta con nueve votos, puede obtener el pasaporte al sillón departamental.

Hasta ahora no está nada definido, señaló el concejal Piris, quien al parecer cuenta con la confianza de un importante grupo de entre los ocho liberales que integran la oposición. Pero los liberales mismos están divididos entre quienes eventualmente apoyarían a Brunaga, y entre quienes no lo aceptan porque representaría la continuidad del mismo “equipo” de gestión administrativa en el ejecutivo departamental, que últimamente fue objeto de críticas en su desempeño, en particular en lo referente al uso de los recursos en obras públicas.

De acuerdo a lo señalado por el concejal Piris, sin dudas la bancada opositora tiene los números para definir en el tema. La puja está entre las dos fuerzas coloradas, pero si hay un candidato de consenso, eso se define al interior del partido con mayor número de bancas, prescindiendo de los liberales.

Por su parte, el concejal liberal, Carlos Pereira, rechazó cualquier interés de la bancada opositora de mocionar un candidato. En el hipotético caso de que la oposición presente candidato, y logra el apoyo de una de las dos bancadas coloradas, puede obtener el número necesario para llegar a la gobernación.

Aunque esta posibilidad esté latente –aunque muy remota, porque es impensable que un colorado vote por un liberal- Pereira fue terminante en afirmar que a la oposición no le interesa ocupar la gobernación estos dos últimos años que restan de mandato.

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