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Resistir y seguir. Ese es, al parecer, el mantra de los estudiantes de nuestro país, que durante ya dos años lectivos, tuvieron que sortear todo tipo de dificultades para seguir con las clases en plena pandemia.
Una imagen que grafica plenamente dicha situación es la que tomó este viernes un fotógrafo de ABC Color, en el vacunatorio del Club Fomento de Barrio Obrero. En la foto se ve a un niño, sentado al lado de su mamá, funcionaria de la cartera sanitaria, rindiendo un examen de forma virtual.
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Sentado a la cabecera de la mesa, con un bolígrafo en mano, el cuaderno abierto, un lápiz y el celular enfrente, el nene siguió las instrucciones de la prueba ante la atenta mirada de su madre, quien frente a la notebook espera a las personas para registrar la aplicación de dosis anticovid, en el sistema del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI).
A propósito de las clases virtuales, de acuerdo al análisis de algunos padres, las clases mediante plataformas demandaron más gastos y la calidad se vio notoriamente afectada. Muchos tuvieron que adquirir celulares de alta gama, contratar servicios de internet y en algunos casos, recurrir a profesores particulares para reforzar el aprendizaje.
Además, conforme a un informe presentado por la cartera educativa, durante el 2020, en pandemia, el 40,5% de los alumnos de la Educación Escolar Básica y de la Media del área rural desarrolló clases “virtuales” sin tener siquiera un celular u otro dispositivo de comunicación en su hogar.
A estos datos se suma que, de acuerdo a un estudio realizado sobre la experiencia paraguaya del Programa Pisa- D (Programme for International Student Assessment) el 52 % de los alumnos abandona sus estudios por falta de dinero y el 55% de los jóvenes solo trabaja.
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No conocemos la identidad del pequeño estudiante ni de su mamá (y por ley no la podemos difundir), pero esperamos que le haya ido bien en la prueba, en premio a su esfuerzo y sacrificio.