Bicisenda en Asunción: chiperas del centro se quejan porque los autos ya no pueden parar en la calzada

Aunque muchos defienden la extensión de bicisendas en Asunción como alternativa para la ciudadanía, comerciantes y conductores hablan de una “mala planificación”, puesto que afecta el tránsito vehicular. Sobre Mariscal Estigarribia, las chiperas consideran que las vías son muy anchas para una calle tan angosta y los clientes que no se bajan del auto para comprar no pueden detenerse en la calzada -lo cual en teoría no está permitido- debido al embotellamiento que se genera.

Vehículos se adelantan en la bicisenda sobre la calle Mariscal Estigarribia.Brian Cáceres
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La Red de Bicisendas del Área Metropolitana de Asunción está generando muchas controversias en varios puntos del territorio nacional. El proyecto tiene sus defensores debido a la necesidad de vías y medios para el transporte alternativo, ante el pésimo servicio de transporte público.

Sin embargo, se generan muchos cuestionamientos en torno a la planificación. Sobre la calle Mariscal Estigarribia, la bicisenda recientemente instalada ocupa un cuarto de la angosta vía, por lo cual actualmente ya no se permite la circulación de doble carril.

Esa situación genera varias consecuencias. Por un lado, precisamente en la esquina de Iturbe se encuentran las icónicas chiperas del microcentro de Asunción, por lo cual con frecuencia paran brevemente numerosos conductores que compran uno de los alimentos más típicos del país.

Detenerse en la calzada y comprar sin bajar el auto, una costumbre

Esta mañana, un equipo de ABC acudió al lugar y presenció el embotellamiento que se genera con rapidez y la manera en que los vehículos taponan parcialmente la bicisenda cuando se detienen los compradores de chipa que no quieren estacionar en los sitios habilitados, bajarse y caminar hasta el puesto, sino prefieren comprar sin bajarse de su vehículo.

Sin embargo, antes de la calle Iturbe ya se empezó la colocación de los conos que impedirán que los conductores se adelanten o estacionen sobre la bicisenda. “No sé qué va a pasar de nosotros cuando pongan eso, no podemos vender nada”, lamentó Luciana Cubilla, una de las trabajadoras.

La misma contó que desde que se instaló la bicisenda el tránsito de automóviles se complica y las ventas disminuyeron. “Dependemos de las ventas, no tenemos salario y no sabemos qué va a pasar, no podemos vender nada”, lamentó la comerciante.

Costo de la red de bicisendas

La bicisenda sobre la calle Palma forma parte de una red de 31 kilómetros que tienen un costo de construcción de US$ 800 mil, que provienen en un 100% de una donación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), según informaron de manera conjunta los responsables de AMABICI.

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