Caso Fox: traficante de marihuana pasará 11 años en la cárcel

La fiscala Ingrdi Cubilla (d), representó al Ministerio Público y sostuvo la acusación por narcotráfico contra el ahora condenado.arcenio acuña

Un Tribunal de Sentencia condenó a 11 años de prisión a Reinaldo Cubilla Martínez, detenido en el marco del denominado caso Fox. El mismo era parte de una organización que traficaba marihuana, principalmente a Argentina, y era liderada por sus familiares. A los miembros de la estructura se llegó a través de escuchas telefónicas.

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El Tribunal de Sentencia, presidido por Dina Marchuk e integrado por Federico Rojas y María Luz Martínez, condenó el 15 de diciembre a Reinaldo Cubilla Martínez, alias Rubio, a la pena de 11 años de privación de libertad, tras declararlo culpable de los hechos de tráfico internacional de drogas, tenencia sin autorización de estupefacientes y asociación criminal, por el caso Fox.

La investigación relacionada a este caso se inició en el año 2017 e inicialmente estuvo a cargo de la fiscala antidrogas Lorena Ledesma. Sin embargo, en la etapa de juicio, la representación del Ministerio Público ya estuvo a cargo de la fiscala antidrogas Ingrid Cubilla, quien a base de todos los elementos de convicción obrantes en la causa, solicitó una condena de 11 años para el acusado.

El ahora condenado fue capturado en un procedimiento realizado el 23 de marzo de 2022. Tanto él como los anteriores condenados, sus hermanos, Juan Vidal Cubilla e Ignacio Cubilla, condenados a 13 y 12 años de prisión por Sentencia Definitiva N° 542 del 27 de diciembre de 2021, fueron identificados a través de escuchas telefónicas, autorizadas por orden judicial.

De acuerdo con los datos, el caso “Fox” surgió a partir de una nota de la Unidad de Investigación Sensitiva (SIU) de la Senad, en 2017. Dicha comunicación daba cuenta sobre la existencia de una organización criminal en Caazapá, dedicada al tráfico internacional de marihuana por vías terrestre, aérea y fluvial a Argentina y Uruguay.

Condenado era el “brazo operativo” de la estructura

Mediante la investigación, consistente en escuchas telefónicas a miembros de esta estructura criminal de la cual era jefe visible, Ignacio Cubilla, y su principal colaborador era su hermano Vidal Cubilla, se pudo conocer la forma en que operaban y coordinaban para ocultar sus huellas.

Además, se constató que, durante las comunicaciones era mencionado recurrentemente un sujeto apodado “Rubio” y con el mismo apellido que los hermanos.

En el transcurso de la pesquisa se pudo individualizar a Reinaldo “Rubio” Cubilla, como un activo participante dentro del grupo delictivo. En ese sentido, se descubrió que el mismo cumplía funciones esenciales y siempre, bajo órdenes y en coordinación de Ignacio y Vidal Cubilla.

La función de Reinaldo Cubilla consistía así en adquirir las sustancias estupefacientes, procesarlas y acopiarlas en inmuebles rurales; también organizar la logística, incluyendo estibadores, choferes, punteros y guardias, además de coordinar los envíos vía terrestre, fluvial o aérea hacia Argentina y Uruguay; y, principal mente, recibir beneficios económicos.

En este sentido, la Fiscalía sostuvo a lo largo del juicio, mediante testimonios y documentos producidos, que “‘Rubio’ actuaba como eje central en la coordinación de la logística de transporte de drogas hacia Argentina; además tenía conocimiento directo sobre la calidad, cantidad y destino final de los estupefacientes, lo que implicaba un transporte cuidadosamente planificado, incluyendo el uso de rutas aéreas para garantizar la llegada de la droga al país de destino”.

Investigación permitió frustrar envíos de droga

De acuerdo con los datos expuestos en sus alegatos finales por la fiscala Ingrid Cubilla, las intervenciones telefónicas permitieron detectar y frustrar tres envíos concretos, todos ellos vinculados al grupo liderado por Juan Vidal e Ignacio Cubilla, con participación activa de Reinaldo Cubilla.

La primera remisión frustrada se registró el 13 de noviembre de 2017, en la zona de Punta Antequera, en Carmen del Paraná. Fue por parte de una comitiva de agentes de la Senad que incautó 3.800 kilos de marihuana.

La segunda carga fue interceptada el 13 de febrero de 2018, en el departamento de Caazapá, se incautó una carga de 434 kilos de marihuana, distribuidos en 21 bolsas, la misma estaba cargada en una aeronave con matrícula argentina LV-HVH siniestrada. Dicha carga la había coordinado Juan Vidal Cubilla.

La última carga cayó días después, el 17 de febrero de 2018, en la Colonia Victoria, en la república Argentina. En esta oportunidad, autoridades de ese país incautaron 4.000 kilos de marihuana, vinculada directamente a la organización liderada por los Cubilla.

Sobre este último envío, Ignacio informó a otro miembro de la estructura, que mientras que la primera parte de la carga se trasladó sin inconvenientes, la segunda sufrió incidentes durante el transporte fluvial, pues la lancha tenía agua, lo que ocasionó que parte de la mercadería se mojara y unos 4.000 kilos de marihuana se perdieran en el agua, mientras que otra fracción de la carga llegó hasta territorio argentino antes de ser interceptada.

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