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Varios son los casos denunciados por pobladores del distrito de Fuerte Olimpo sobre la supuesta prepotencia de autoridad de la milicia brasileña del destacamento Barranco Branco, ubicado a escasos dos kilómetros de esta comunidad chaqueña.
Según el Dr. René Gallagher, director del Hospital Regional, los militares del vecino país procedieron a detener en dos ocasiones embarcaciones pertenecientes a este nosocomio y que se encontraba transportando enfermos o personales de blanco. Lo grave de este abuso de poder es que las detenciones se produjeron hacia el lado paraguayo, en una abierta violación de soberanía.
Un bote a motor perteneciente al hospital regresaba con personal de blanco desde la comunidad de Puerto Guaraní, distante a unos 30 kilómetros de esta localidad luego de culminar una jornada de asistencia sanitaria.
Fueron retenidos a mitad del río en pleno día frente al mencionado puesto militar y pretendieron a remolcar la embarcación hacia el destacamento para realizar control y a cada momento preguntaban si se contaba con armas de fuego.
Desistieron de su objetivo cuando los funcionarios le reclamaron que eran médicos y enfermeros y pudieron ver los medicamentos que llevaban en el interior.
En otro caso detuvieron en el mismo sitio una embarcación ambulancia que estaba evacuando a una mujer embarazada a la localidad de Pedro Juan Caballero por requerir cirugía, también se aferraron en querer llevarlos hacia la orilla del lado brasileño.
"No tenemos más seguridad para viajar por el río", se quejó el médico.
En una nota enviada por el gobernador de este departamento Alcibiades Rodríguez (ANR) al ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga, este pidió que la Cancillería acompañe jurídicamente a los compatriotas Carlos González (39) y Carlos Franco (47), indígenas Ishir detenidos desde el pasado 16 de marzo en una cárcel en la ciudad brasileña de Puerto Murtiñho.
El jefe departamental alega en su nota que los compatriotas fueron detenidos en territorio nacional cuando regresaban de una estancia paraguaya donde trabaja unos de los aprehendidos, con lo que se demuestra la violación de soberanía de parte de los uniformados brasileños, concluye el documento.
Por de pronto esta concluyendo el tercer día de cierre de río de parte de los pobladores de la comunidad Ishir, quienes exigen la libertad de sus paisanos. Varias embarcaciones tipo barcazas están paradas en la barrera de los indígenas.