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Emilio Carísimo (21) relató que el miércoles 1 de agosto salió del cuartel rumbo a su casa cerca de las 20:00. Poco después llegó el comisario Cristino Ayala en un vehículo particular, se presentó, le exigió documentos personales, documentos del rodado y, sin mediar palabras, llamó a la patrullera y secuestró el biciclo.
El lunes pasado la madre, Carmen Ríos, denunció a los agentes policiales por abuso de autoridad y, pese a contar con todos los documentos del biciclo, hasta la fecha no le entregaron la moto.
Por su parte, el comisario Ayala admitió que la moto fue incautada del domicilio de la familia Carísimo. No obstante, el informe de la comisaría 11ª de Capitán Miranda, remitido al Ministerio Público, dice todo lo contrario. Que “el móvil 110 a cargo del suboficial Pedro Torres, acompañado por el suboficial ayudante Siro Recalde, realizaba tarea preventiva y que Carísimo circulaba en actitud sospechosa, haciendo piruetas con su biciclo, por lo que fue interceptado”. Que se le exigió al conductor sus documentos personales, licencia de conducir y documentos del rodado, y procedieron a la incautación del biciclo de la vía pública.