Recientemente se dio a conocer la renovación del denominado Sello de Integridad 2025–2027 por parte de Boller —firma de referencia en el sector farmacéutico y de salud—, posicionándola entre las compañías que se destacan por una cultura corporativa basada en la ética, la transparencia y el cumplimiento normativo.
Este se trata de un reconocimiento que va más allá de una distinción formal, poniendo en evidencia la consolidación de prácticas internas orientadas a la prevención de la corrupción, la gestión responsable de riesgos y la generación de confianza en el entorno empresarial paraguayo.
El logro adquiere especial relevancia en un contexto donde el fortalecimiento institucional y la credibilidad del sector privado se vuelven factores clave para la competitividad del país. En ese marco, la renovación del sello refleja la continuidad de una política empresarial sostenida en el tiempo, alineada con estándares nacionales e internacionales de cumplimiento.
Una trayectoria institucional con raíces profundas
La distinción también pone de manifiesto la solidez institucional de Boller y el legado de valores que han guiado su gestión durante aproximadamente nueve décadas. Esta trayectoria ha permitido a la compañía consolidar una identidad corporativa en la que la integridad no se presenta como un concepto abstracto, sino como un principio operativo que atraviesa las decisiones estratégicas y la gestión cotidiana.
Así, en un sector altamente regulado y sensible como el de la salud, la consistencia entre discurso y práctica se convierte en un activo estratégico. La renovación del sello funciona, en ese sentido, como un aval externo a una cultura organizacional que ha sabido sostenerse a lo largo de los años.
Ética y responsabilidad como decisiones cotidianas
Andrea Campos Cervera, miembro del Directorio de Boller, expresó: “Este sello reafirma nuestro compromiso de trabajar con ética, transparencia y responsabilidad, no solo como políticas, sino como decisiones cotidianas. Y, sobre todo, nos impulsa a seguir acompañando la transformación del sistema de salud en Paraguay, con ciencia e innovación, para que el lugar donde nacemos no determine el acceso a la salud que recibimos. Estamos muy agradecidos por recibir nuevamente este reconocimiento”.
La declaración vincula directamente el cumplimiento corporativo con una visión de impacto social más amplia, donde la integridad se convierte en una condición necesaria para contribuir a la mejora del sistema de salud y a la equidad en el acceso.
Cumplimiento corporativo como pilar estratégico
Asimismo, el Sello de Integridad destaca específicamente la robustez del programa de Cumplimiento Corporativo de Boller, que abarca mecanismos de prevención y gestión de riesgos, protocolos internos de control, canales de denuncia y procesos de capacitación constante de los equipos.
Este entramado de políticas y procedimientos se consolida como un pilar esencial para asegurar que cada acción comercial se ejecute conforme a las regulaciones vigentes y a los estándares internacionales. En términos de gestión, el cumplimiento deja de ser un área de soporte para convertirse en un componente estratégico de la operación y la toma de decisiones.
El valor del ejemplo en el ecosistema empresarial
Desde otras áreas de la compañía, la renovación del sello es leída como una señal de coherencia institucional. Luis Marcio Torales, gerente de Legales y Cumplimiento de Boller, sostuvo: “Para Boller, recibir por segunda vez el Sello de Integridad es mucho más que un reconocimiento, es la confirmación de que, con el ejemplo, se puede construir el Paraguay que queremos. Un Paraguay que hace las cosas bien y que orienta su actuación empresarial en valores y principios”.
Integridad, competitividad y clima de negocios
El fortalecimiento continuo del sistema de cumplimiento forma parte del compromiso de Boller con la excelencia operativa, la integridad institucional y la responsabilidad corporativa. Este enfoque aporta al desarrollo de un ecosistema empresarial más confiable y competitivo, en línea con las expectativas que pueden tener inversores, socios estratégicos y organismos de control.
En mercados cada vez más exigentes, la transparencia y la trazabilidad de los procesos se consolidan como ventajas competitivas. En este caso, la renovación del sello refuerza la posición de la compañía frente a estos desafíos, respaldando su reputación institucional.
¿Qué representa el Sello de Integridad?
Este sello es una distinción que busca promover una cultura de integridad en el sector empresarial privado y sensibilizar sobre la importancia de prevenir la corrupción y el fraude. El programa es impulsado por el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y la Contraloría General de la República (CGR), y reconoce a las empresas que demuestran ética, honestidad y compromiso con la transparencia y las buenas prácticas.
Igualmente, la certificación incentiva la implementación de programas de cumplimiento orientados a prevenir la corrupción, promoviendo políticas y acciones que contribuyan a una cultura organizacional íntegra y a la consolidación de un clima de negocios confiable.