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Los “lavadores” seguro que estarán haciendo un “carnaval” para festejar el “gran logro” que obtuvieron en el Parlamento gracias a sus “brazos” políticos.
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El presidente Mario Abdo Benítez tiene una gran misión: vetar la ley para que este país no se convierta en un terreno completamente tomado por la corrupción, contrabando, lavado de dinero, narcotráfico y otros delitos conexos.
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Si el Ejecutivo promulga, el actual Gobierno será también cómplice del futuro de “luto” que nos espera.
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Al menos se espera ese gesto ya que en campaña prometen lucha contra las mafias.
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Preocupa que “Toro” no se haya manifestado con claridad contra el Congreso por la despenalización del ocultamiento de las declaraciones juradas. No sabemos si le da igual o está a favor.
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Antes que condenar a la mafia, los cartistas buscan más presupuesto para la Fiscalía que dirige su protegida Sandra Quiñónez. ¡Qué manera más miserable de aprovechar el asesinato de Pecci!
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Entre paréntesis, ¿qué pasó con la Élida Favole, brazo derecho de Sandra, que gua’u está sumariada? Sin ruborizarse se presenta públicamente dando consejos a los medios de comunicación.
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Debería aprovechar y contar ahora quiénes son los políticos vinculados al narcotráfico –si sabe– para evitar que más inocentes y hombres valientes como Pecci sigan cayendo. Si no lo hace, es porque utilizó una cuenta oficial para amenazarles a los diputados que querían la destitución de Quiñónez.
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El improductivo senador Martín Arévalo (ANR, cartista) quiere hacerle pagar a la ciudadanía su campaña política. Ahora se quiere poner bien con los jubilados de la Caja Fiscal, presentando un proyecto para equiparar haberes jubilatorios al sueldo de funcionarios activos. Hoy están en “saldo rojo” y con esto iremos al pozo.