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Si internacionalmente ya nos vienen mirando de reojo, ahora la cosa empeoró.
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Lo único que falta es que firme algún documento “cicatrizado” en el ejercicio del cargo.
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Debemos ser el único país en el mundo que tiene un jefe de Estado en esas condiciones. Menos mal que fue durante la visita del subsecretario de Estado para el Cono Sur, Mark Wells, para que sea testigo presencial de estos hechos.
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Ahora el alto funcionario norteamericano comprobará por fin lo que dice una música paraguaya: “...Nuestras costumbres no tienen nada que se parezcan a otra nación”.
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Ayer el embajador de EE.UU. pronunció una palabra clave: “extradición”. Fue durante una conferencia de prensa en la Cancillería. ¿Ouuu hína?
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Mientras tanto en Ciudad Gótica están intentando desinflar el tema pero no hay caso, pese a que desenfundan su violín a cada rato.
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Cuentan los que saben que comenzará ahora la “Operación Disecado”. Tiene tres etapas: las designaciones, el bloqueo de activos y luego el purete. La cuestión está en definir si van uno o dos o más.
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Pero el disecado será como el dominó en la política paraguaya. Se acaba el ayudomi.
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Por de pronto ya se puede arreglar la pista del aeropuerto internacional. De buenas a primeras parece que está en buenas condiciones, según pudimos observar con la llegada de nuestra miss y Marc Anthony.
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La fiscala Frozen estaba esperaaando anga el llamado de la comitiva del Norte pero le “ningunearon” en seco así como a los inquilinos de la Corte de los Milagros.
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Ojalá que pronto le llegue el 2 y 3 de febrero al Ministerio Público que, como dice la Constitución, debe representar a la sociedad. Pero sigue con el “Código Penal” stronista: para los amigos todo, para los enemigos palo y para los indiferentes la ley.