La grave falla se registró por la llegada tardía del camión cisterna de la empresa Praxair que debía cargar el tanque de oxígeno antes de que llegue a un punto crítico de disponibilidad. Sin embargo, el reabastecimiento se debía hacer a las 09:00 del jueves, pero se hizo luego de las 14:00, después del caos generado en la UTI y la muerte de tres personas: padre e hija de 60 y 31 años, respectivamente, oriundos del distrito de R.I. 3 Corrales, y un hombre de 51 años de la localidad de Repatriación.
El hecho que derivó en la tragedia fue reconocido por el propio director del hospital regional, doctor Catalino Fabio, y los técnicos que se encontraban desesperados trabajando en el lugar. Sin embargo, grande fue la sorpresa para los familiares el extraño informe de la V Región Sanitaria y del Ministerio de Salud Pública en el que indican que los fallecimientos ocurrieron debido a “complicaciones propias del coronavirus”.
La situación fue tan grave que las autoridades sanitarias no fueron capaces de reconocer la terrible falla en que incurrieron los funcionarios encargados de velar por la existencia de stock suficiente de oxígeno y la irresponsabilidad de la empresa Praxair. Ni ellos se creen el contenido del informe en vista de que numerosas personas fueron testigos del desgarrador momento registrado en terapia intensiva.
Esto demuestra que los cargos de confianza o cupos políticos en entidades tan importantes como la Salud Pública deben terminar. Tal vez el profesionalismo de las autoridades locales sea de lo mejor, pero mientras les deban los cargos a sus “líderes políticos” ni un genio como Albert Einstein podría explotar su máximo potencial y tendría que buscar la forma de proteger con mentiras al mandamás de turno.
Con la salud no se juega y ahora menos que nunca. De una vez por todas se deben extirpar los tumores del Estado, como la corrupción y la impunidad, que matan igual que el coronavirus.
La fiscalía tomó el caso de oficio. Es de esperar que haga una la investigación imparcial hasta lograr justicia para las personas que pagaron con su vida la terrible deficiencia del sistema sanitario.