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Si bien el ciudadano al depositar su voto le concede poder al intendente y al concejal para gobernar y administrar los bienes municipales, ese poder otorgado no es para hacer barrabasadas ni despilfarro, robos, malversaciones y menos aún abuso de poder.
La ciudadanía tiene que aprender a exigir a sus autoridades el cumplimiento de sus promesas y obligaciones.
El deber cívico no termina en las elecciones. Recién comienza porque el ciudadano como poblador tiene el derecho del control social y exigir al intendente y a los concejales rendición de cuentas como ser: administración honesta, uso adecuado de los bienes municipales, ejecución del presupuesto, ajustada a la Ley Orgánica Municipal, 3966/2021, obras públicas, promover el desarrollo del distrito y prestar servicios a la comunidad.
En San Juan Bautista, Misiones las calles están en pésimas condiciones, el tránsito es un caos; falta mejorar la recolección de basuras; no hay control de la salubridad de los alimentos; no hay defensa del consumidor, nadie sabe el nivel tóxico de los productos que puede dañar al organismo. Mencionamos, por ejemplo, productos cárnicos, lácteos y panificados. Este último rubro quizás con alto porcentaje de bromato.
Queda pendiente la obra de alcantarillado sanitario y desagüe cloacal, emprendida por la Municipalidad y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Además del atraso, se desconoce la calidad de las instalaciones de tuberías y de la planta de tratamiento de efluentes.
La Comuna o Municipalidad es un gobierno local que está a cargo del intendente, el ejecutivo, y de la Junta Municipal, legislativa. Sea quien sea el intendente elegido y los concejales electos, tendrán mucho trabajo para poner las cosas en su lugar y promover el bien común, el crecimiento y desarrollo.