ZI, breve historia de un político reciclado

Hace dos años, la suerte del senador colorado Javier Zacarías Irún (ZI), parecía sellada. Iba camino a ser expulsado del Senado por las graves acusaciones de corrupción en su contra junto a su esposa Sandra McLeod.

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Hoy lo vemos como si nada hubiera pasado, alejado del cartismo, en el equipo que impulsa la candidatura a presidente para el 2023 del vicepresidente Hugo Velázquez.

Entre aquel ominoso pasado reciente y este mejor presente, ZI pasó por avatares, con un patrón similar al que siguen políticos paraguayos con oscuros antecedentes que siempre terminan reciclados en espacios de poder.

ZI empezó como diputado en 1991. Luego fue intendente de Ciudad del Este dos periodos. En 2007, quiso ser candidato a la vicepresidencia de la República, acompañando a Blanca Ovelar en los últimos meses de la gestión de Duarte Frutos.

Según relataba un político ya fallecido que participó de la reunión, el entonces presidente de la República echó a ZI de su despacho poco menos que a patadas y con insultos, por esa pretensión.

Enojado, dejó el oficialismo y se unió a Luis Castiglioni como candidato a vicepresidente. La fórmula perdería la elección interna con Blanca Ovelar-Santacruz, entre denuncias de fraude, por un lado y calificativos de traidor, por el otro.

Cuando aparece la figura de Horacio Cartes en el escenario colorado, ZI lo enfrentó en la interna de 2012. Junto a la presidenta de la ANR Lilian Samaniego alertaron de los oscuros vínculos del empresario tabacalero y exigieron que aclare las denuncias sobre sus supuestos vínculos con el narcotráfico mencionados por el entonces presidente de Uruguay José “Pepe” Mujica.

Tras su derrota electoral contra Cartes, pasó a ser un soldado del cartismo, lo cual le daría carta blanca para hacer “negocios” en el Este del país que luego le acarrearían denuncias.

Pensando nuevamente en una futura candidatura presidencial, quiso ser candidato oficialista a la presidencia de la ANR en 2015, pero Cartes eligió a alguien más manejable, Pedro Alliana, quien derrotó al entonces senador Mario Abdo Benítez. Con la bendición de Cartes, ZI accedería a una banca del Senado.

A fines del periodo de Cartes empezaron a surgir las gravísimas denuncias e imputaciones judiciales vinculadas a la administración municipal en Ciudad del Este contra el matrimonio Zi-McLeod.

Pero, Zi hizo uso del poder que tenía. Logró que su caso se tramite en el Alto Paraná, donde contaba con jueces y fiscales amigos y contrató como abogado a un experto en esas lides, como Ricardo Preda, que evitó en su momento la extradición del mismísimo Nicolás Leoz.

Cuando parecía que ZI sería irremediablemente expulsado del Senado, la corporación legislativa lo salvó. Después, zafó de todas las causas judiciales, por esas cosas de la política y la justicia.

Mas recientemente, ZI dio un portazo al cartismo, que eligió a su enemigo, el procesado diputado colorado Ulises Quintana como candidato a intendente en el Este. Con la derrota estrepitosa de la ANR, ZI sacó pecho y se unió al velazquismo, lo cual, posiblemente, le valga una próxima candidatura para el rekutú en el Senado.

La historia de ZI es la de los políticos paraguayos, reciclados de carpa en carpa, sin principios, para mantener el poder y hacer uso y abuso de él, como recomendaba Cartes que hicieran con nuestro país los empresarios brasileños.

mcaceres@abc.com.py

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