Esto pese a que se anunció y previó con tiempo la clausura temporal de esta vía de circulación, para permitir la realización de una de las competencias de los Juegos Suramericanos Asu2022.
A los problemas y ralentización del tránsito a los que estamos acostumbrados y cuasi resignados, se le sumó así el cierre obligado por la competencia, algo que podría repetirse en la semana que comienza mañana para la que se anuncian nuevos cierres.
Es bueno recordar que problema no solo se genera por la falta de vías alternativas amplias y en buenas condiciones para descomprimir la circulación, sino, sobre todo por el modelo del sistema de tránsito y transporte que tenemos.
Podemos seguir proyectando viaductos, pasos a desnivel o vías más anchas, que podrán constituir balones de oxígeno temporales, pero para ir un paso más allá hay que apostar a transformar el modelo.
Solo es cuestión de pararse en uno de los puntos de acceso a la capital en hora pico para constatar que un gran número de personas nos movemos individualmente en nuestros vehículos.
Observar los registros de importación y ventas de motocicletas para certificar de forma lapidaria la conclusión de que quien puede termina huyendo del sistema de transporte público que tenemos, arrojándose al manubrio de la primera motocicleta que aparezca en el camino.
Y hay que reconocer que es hasta pretencioso hablar de un sistema de transporte público, cuando que este está representado exclusivamente por los ómnibus, ante la ausencia de metros, tranvías, trenes de cercanía, teleféricos o algo que se le parezca.
Mientras el modelo no cambie, todo lo que se proyecte como solución será un parche temporal que diferirá la discusión de fondo: la necesidad de hacer mucho más eficiente y conveniente para el ciudadano el sistema de transporte público.
Buscando saber si hay algún proyecto para mejorar el tránsito entrevistamos en la 730AM Juan José Rolón, director de proyectos del viceministerio de transporte.
El funcionario coincidió en que hasta ahora se hizo muy poco o casi nada por una mezcla de falta de voluntad, ideas e iniciativa, alegando que en este momento están pensando en llevar adelante un proyecto de carriles exclusivos en la avenida Colón, desde Presidente Franco hasta Ygatimí en una primera etapa, pero conviviendo con vehículos particulares.
Señalética, pintura y adecuación de paradas, y un sistema de control a través de cámaras, en un proyecto piloto que aún se está discutiendo y que sabe a muy poco considerando que los grandes problemas están dados en los cinco principales puntos de acceso a la capital.
El otro plan del viceministerio es el de sustitución de combustibles fósiles por eléctricos, para dar como resultado menos contaminación y dependencia de importación de los combustibles, aunque claramente no está orientado a mejorar las condiciones de circulación.
Carriles exclusivos, un sistema troncalizado en el que con un pasaje se puedan hacer transbordos, ómnibus con horarios previsibles, limpios y seguros.
No parece muy complicado si existe voluntad real. Algo más se puede y debe hacer.
El transporte es un tema fundamental en nuestras vidas, en muchos casos pasamos varias horas diarias a bordo de un vehículo intentando llegar a nuestros destinos.
Es tiempo, dinero, nervios, incide en la salud mental y en el estado de ánimo, en el rendimiento laboral y en las ganas que por ejemplo uno tenga de hacer turismo interno pensando en el periplo por el que se debe pasar apenas para llegar hasta la altura de Capiatá, Itauguá o Ypacaraí.
Hasta el momento ninguno de los candidatos en campaña se ocupó del tema de forma seria y razonable.