La Unión de Fútbol del Interior es una organización que está afiliada a la Asociación Paraguaya de Fútbol. La primera se encarga de realizar los torneos de balompié en el interior del país; los encuentros deportivos de la “campaña" son conocidos, pero no por sus buenos goles, sino por los puños y las patadas con los que, a veces, suelen finalizar los encuentros.
La magia del deporte rey no solo puede ser opacada por los barrabravas, ya que en algunas ocasiones, jugadores y dirigentes son quienes ensucian los partidos con actos violentos. Hace unos meses, en la liga Caazapeña de fútbol, una jugada mal cobrada por el árbitro culminó en una batalla campal.
Los clubes 14 de Mayo y 25 de Abril disputaban un encuentro del campeonato en Caazapá; según testigos del evento deportivo, el partido ya estaba con un ambiente tenso debido a las malas decisiones del árbitro. El juez contó a medios nacionales de comunicación que la batalla comenzó por las palabras del arquero de uno de los equipos y, a causa de los comentarios, hasta dirigentes se agredieron en el campo de juego.
Por otro lado, Wilson Pittoni, exjugador de Olimpia, resultó víctima de la violencia en las canchas; el pelotero, que ahora juega en el equipo Teniente Fariña, fue expulsado del partido y luego agredido. Pittoni contó que, después de ver la tarjeta roja, se sentó en la platea a observar el partido y, casi al culminar el encuentro, un jugador del equipo rival, que también fue echado, se acercó y lo golpeó.
Luego de que el jugador haya recibido el puñetazo, se inició una batalla campal entre hinchas de Teniente Fariña y 25 de Setiembre. Este fin de semana, en las semifinales de la Liga Regional Aregüeña, lo que parecía ser el partido de desempate entre 14 de Mayo de Pindolo y el 8 de Setiembre, culminó en un gran combate digno de boxeadores.
Según se observa en videos de la pelea, el presidente de la Liga Aregüeña también repartió socos y patadas. Los hinchas del 8 Setiembre cuestionaron al lider de la liga porque apoyaba al 14 de Mayo y, en ese instante, se inició el moquete.
La falta de control por parte de la policía y la mala organización de los partidos del interior del país crean un ambiente propicio para que la violencia sea la protagonista. También, el fanatismo mezclado con la amargura de que tu equipo haya perdido constituyen los principales condimentos para que aparezcan los “ bifes” y las ensaladas de puñetazos. Aparentemente, en los torneos del interior, el que se picha, liga.
Por Alejandro Gauna (18 años)