El MOPC informó que las cárceles “fantasmas” de Emboscada y Minga Guazú se entregarán al Ministerio de Justicia “en los próximos meses”. Pero la institución nada comunicó sobre los retrasos y si hubo sanciones a las contratistas.
La veintena de atestadas prisiones se han convertido en un permanente problema de seguridad. Tendrían que servir para readaptar a los internos y proteger a la población, pero el descontrol reinante hace que se sucedan las fugas y motines, así como asesinatos encargados desde sus celdas. La ineptitud, la desidia y la corrupción del personal penitenciario hacen que, en gran medida, la mafia haya asumido el mando en la mayoría de esas instalaciones. Cualquiera sea el modo en que los reclusos se proveen de armas o drogas, resulta claro que los guardiacárceles no cumplen con eficiencia su deber de vigilancia, porque están siendo sobornados o porque carecen de elementos para detectar el ingreso de instrumentos letales.
Las tres cárceles que el MOPC construye en Minga Guazú y Emboscada ya registran dos años de retraso y un sobrecosto de US$ 5,5 millones, según datos obtenidos. Algunas debieron esta listas en 2020, pero este plazo no se cumplió.
Los militantes de la hermandad del Primer Comando da Capital (PCC) totalizan 1.027 y, actualmente, ocupan las seis principales cárceles del país. Solo en cuatro cárceles no están.
SAN SALVADOR. El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, dijo este viernes a periodistas que la “guerra contra las pandillas”, que catalogó como una operación, es “correcta” y aseguró que en “una guerra siempre habrá víctimas”.
BOGOTÁ. A 51 se eleva la cifra de muertos tras un motín y posterior incendio en la cárcel de Tuluá, en el suroeste de Colombia. Según las autoridades los presos encendieron fuego a sus colchones y se inició la tragedia. También registran al menos 24 heridos.