El Cecot, inaugurado a inicios de 2022, tiene una capacidad para 40.000 reclusos y el Gobierno salvadoreño asegura que es la cárcel “más grande de América”. Construida en Tecoluca, 74 km al sureste de San Salvador, la cárcel ocupa 166 hectáreas, cuenta con un muro de concreto de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros de extensión coronado por alambradas electrificadas.
Existen dispositivos para bloquear las comunicaciones con el exterior y los reos, vigilados por policías y militares, duermen en literas de láminas de acero, sin colchón ni almohada.
Hasta febrero de este año, el centro penitenciario albergaba a 12.500 miembros de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18.
Nayib Bukele pidió al Congreso decretar un régimen de excepción en 2022 para hacer frente a una escalada de violencia en el país centroamericano.
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Bajo esta medida han sido detenidos más de 80.000 presuntos pandilleros y los índices de violencia en El Salvador se redujeron a mínimos históricos.
Video: Unos 2.000 pandilleros a CECOT
Sin embargo, organismos de derechos humanos cuestionan el régimen de excepción ya que permite hacer detenciones sin orden judicial y aseguran que muchos inocentes han sido encarcelados sin un debido proceso.
Régimen de excepción
El régimen de excepción, con el cual han sido detenidos más de 80.000 supuestos pandilleros, fue decretado por el Congreso a petición de Bukele como respuesta a una escalada de violencia que cobró la vida de 87 personas entre el 25 y 27 de marzo de 2022.
En un vídeo que puso Bukele en la red X se observa a pandilleros vestidos únicamente con pantaloncillos blancos y descalzos mientras son introducidos corriendo al Cecot bajo un fuerte dispositivo de seguridad de la policía y custodios de la Dirección General de Centros Penales.
“Ahí pagarán por los crímenes cometidos contra nuestro pueblo; incomunicados con el exterior, sin posibilidad de salir, ni de ordenar crímenes desde la cárcel” , aseguró el presidente Bukele.
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El Cecot fue construido en Tecoluca y ocupa 166 hectáreas, en 23 de las cuales se levantaron ocho pabellones dentro de un perímetro con 19 torres de vigilancia.
Entre los siete anillos de seguridad del penal, construido a un costo no revelado por el gobierno, hay un muro de concreto de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros de extensión coronado por alambradas electrificadas.
Existen dispositivos para bloquear las comunicaciones con el exterior. Los reos, que son vigilados por 250 policías y 600 militares, duermen en literas de láminas de acero, sin colchón ni almohada.
