El Senado aprobó una ampliación presupuestaria de G. 6.100.000.000 (unos US$ 900.000) para el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Medio Ambiente (Ineram) destinado a mantenimiento y reparaciones de su sede edilicia así como de instrumental médico.
Con improvisadas carpas, los familiares de pacientes se resguardan del frío y las lluvias en el Ineram. Las personas deciden quedarse a “acampar” en el patio y las veredas del nosocomio, a espera de noticias sobre sus seres queridos.
El doctor Carlos Morínigo comunicó sobre el caso de un pequeño de 3 años oriundo de Romero Cué, departamento de Amambay, que fue trasladado al Ineram ante una dificultad para respirar tras consumir puchero, ya que un hueso se le atoró en la laringe, ocasionando una obstrucción respiratoria casi completa.
La fiscala Claide Acosta imputó por violación del deber de cuidado y pidió al juzgado de turno la prisión para una pareja, cuyo hijo de apenas 8 meses de vida falleció y, según la autopsia realizada a su cuerpo se constató falta de atención médica y varias alteraciones orgánicas.
Desde el Ineram señalaron que -si bien registran un aumento de casos de COVID-19- este incremento aún no se traslada a las salas de internaciones, donde actualmente solo se encuentra un paciente.
Desde el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), el Dr. Carlos Morínigo reconoció que se registran muchos casos de consulta en urgencias y también hay pacientes ambulatorios por cuadros respiratorios. Al respecto, el neumólogo refirió que no se llegaría a un colapso ante esta situación, pero sí consideró que existe la posibilidad de un “estrés” en el sistema.